En medio de la investigación penal que involucra a la esposa del presidente del Gobierno, queda confirmado que una colaboradora de Begoña Gómez asistía a encuentros con Google como miembro del equipo de Moncloa.
Una figura clave en Google España ha corroborado que una de las asesoras de Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, formó parte de su equipo institucional y participó en reuniones de trabajo con la tecnológica. El testimonio del directivo se suma a las piezas del sumario que examinan la relación entre la Moncloa, empresas privadas y el entorno más cercano al ejecutivo.
Esta confirmación aporta peso a las sospechas que motivaron la apertura de una causa judicial en torno a supuestas adjudicaciones irregulares y contratos vinculados a Gómez. Según fuentes implicadas, la asesora ejerció funciones que justificaban su presencia en reuniones estratégicas, no solo como consejera externa, sino como integrante del equipo de trabajo que rodea a la primera dama.
Los detalles precisos de estos encuentros no han sido todavía esclarecidos públicamente, pero el hecho de que hayan tenido lugar en el marco de negociaciones con Google ha generado alarma en sectores críticos, que señalan posibles conflictos de interés. Se investiga si esas reuniones derivaron en acuerdos institucionales o comerciales que beneficiaron a empresas vinculadas a Gómez.
La declaración del directivo ha sido utilizada por las partes implicadas como pieza clave para reconstruir la red de contactos que rodeó a la Moncloa en los meses investigados. Además, podría servir para demostrar una cercanía tangible entre el entorno de la esposa del presidente y una de las grandes tecnológicas globales.
Este nuevo testimonio se añade a otras evidencias recabadas por el juez que instruye el caso, y se espera que contribuya a definir la naturaleza de la relación y sus implicaciones legales. Los investigadores quieren determinar si la asesora participaba únicamente como asesora o si su papel alcanzó una dimensión más institucional con implicaciones contractuales.
El hecho de que una persona del equipo de Moncloa haya formado parte de reuniones de alto nivel con Google no es en sí un delito, pero en el contexto del sumario podría sentar las bases para imputaciones relacionadas con tráfico de influencias o malversación si se demuestra que existieron favores o privilegios desorbitados.








