El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, evitó pronunciarse sobre el caso judicial que involucra a su hermano, David Sánchez Pérez-Castejón, quien se sentará en el banquillo por presunta prevaricación y tráfico de influencias, durante un mitin de precampaña en Mérida. No obstante, Sánchez brindó su apoyo al candidato socialista a la Presidencia de la Junta de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, también imputado en un procedimiento judicial.
El acto, celebrado en el marco de la campaña para las elecciones autonómicas del próximo 21 de diciembre, reunió a Sánchez y Gallardo, quien expresó el daño personal y familiar que ha sufrido a raíz de su situación judicial. Gallardo señaló que la derecha había difundido «una gran mentira» que le afectó personalmente y a su entorno.
Pedro Sánchez, por su parte, afirmó que también lo ha «pasado mal», aunque centró sus palabras en su familia y en su hermano David, a quien defendió como «un gran profesional que vino a desarrollar su talento y generar riqueza musical». El presidente sugirió que la denuncia que afecta a su hermano podría estar vinculada a intereses políticos de extrema derecha, y criticó la cobertura mediática de «pseudomedios que no lee nadie en Extremadura».
Durante el mitin, Sánchez destacó los logros de su gobierno en relación con las comunidades autónomas, resaltando que Extremadura ha recibido un 40% más de fondos que bajo el Ejecutivo de Mariano Rajoy, y criticó a la presidenta regional, María Guardiola, por rechazar la condonación de 1.700 millones de deuda.
El presidente defendió además las políticas socialistas en Cataluña, subrayando que la Generalitat ahora está dirigida por Salvador Illa, quien «defiende la unidad de España», y presentó al PSOE como garante del Estado de Bienestar y de los servicios públicos frente a los «recortes» del PP.
Con este acto, Sánchez buscó reforzar la campaña de Gallardo en Extremadura, mientras el caso judicial de su hermano sigue sin recibir comentarios directos por parte del líder socialista.










