España enfrenta una grave escasez de enfermeras pediátricas, con una necesidad estimada de unas 20.000 profesionales más para poder ofrecer atención adecuada a los 6,2 millones de menores de 15 años en el país. Esta carencia, que afecta tanto al Sistema Nacional de Salud (SNS) como al ámbito educativo, se ha convertido en un tema urgente para las instituciones, que exigen un compromiso con la formación y la implantación real de la especialidad en todas las comunidades autónomas.
La importancia de las enfermeras pediátricas en la salud infantil
El presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), Florentino Pérez Raya, destacó en un comunicado que “las enfermeras pediátricas son imprescindibles” desde el inicio de la vida, pues su labor es fundamental para detectar, prevenir y abordar enfermedades en los más pequeños. Sin embargo, en muchas ocasiones, estas profesionales se ven obligadas a trabajar como generalistas, lo que no solo es inadmisible sino que perjudica la atención que los menores deberían recibir.
El CGE apunta que, aunque existen alrededor de 13.500 enfermeras pediátricas en España, el número de profesionales necesarios para ofrecer una atención óptima y especializada a todos los menores podría alcanzar las 20.000 adicionales. Esta falta de especialistas representa un reto importante para el sistema sanitario y pone en riesgo la detección temprana de problemas de salud en la población infantil.
La falta de especialización y sus consecuencias
La escasez de enfermeras especializadas en Pediatría puede acarrear graves consecuencias, especialmente en el cuidado neonatal, donde las enfermeras pediátricas juegan un papel crucial en la garantía de la seguridad, calidad y humanización de los cuidados durante momentos críticos de la vida. Así lo subraya Leticia Bazo, presidenta de la Sociedad Española de Enfermería Neonatal (SEEN), quien también resalta que la formación especializada permite a estas profesionales interpretar signos clínicos sutiles, prevenir complicaciones y adaptar los cuidados a la extrema vulnerabilidad de los recién nacidos.
Por su parte, Isabel Morales, presidenta de la Asociación Española de Enfermería Pediátrica (AEEP), explica que la falta de atención especializada puede dificultar la adherencia al tratamiento, ya que los padres pueden sentirse desinformados o inseguros sobre los cuidados que deben aplicar en casa. Esto puede afectar la rehabilitación, el cumplimiento de los horarios de medicación y la prevención de complicaciones graves.
La necesidad de aumentar la formación y las plazas de especialización
El sector sanitario y las sociedades científicas coinciden en que es necesario aumentar el número de plazas EIR (Educación y Formación de Enfermería) en Pediatría para que más enfermeras puedan acceder a la especialidad. Según Diana Flórez, presidenta de la Federación Española de Asociaciones de Enfermería Pediátrica (Fedaep), esta falta de especialización supone no solo un derroche de recursos y cualificación, sino también un deterioro en las oportunidades de atención para los niños y niñas que necesitan cuidados especializados.
Además, se insta a que las administraciones, tanto a nivel nacional como autonómico, comprometan recursos para implantar la especialidad de enfermería pediátrica en todo el territorio español, garantizando que “donde haya un niño, haya una enfermera especialista en Pediatría”.
Un llamado a la acción
El CGE, junto con las sociedades científicas como la AEEP y la SEEN, reclama que se tomen decisiones políticas y administrativas para reforzar la atención sanitaria a la infancia, priorizando la formación y la contratación de enfermeras pediátricas en todos los niveles de atención. Además, insisten en que es imprescindible que el acceso a una atención especializada no dependa del lugar de residencia del menor. El código postal no debe determinar la calidad de la atención que recibe un niño, tal y como afirma Bazo, apoyada por organismos internacionales como la OMS y Unicef.









