La nueva normativa del SEPE que entrará en vigor en 2026 exigirá a todos los beneficiarios de subsidios por desempleo presentar su declaración del IRPF, sin importar el monto percibido o el número de pagadores. Esta medida, aprobada en 2024, busca unificar los trámites administrativos, pero aún genera dudas entre los afectados. A partir de abril de 2026, la presentación de la declaración de la renta será obligatoria para seguir recibiendo el subsidio de desempleo, lo que supone un cambio significativo en las condiciones de acceso a esta prestación.
¿Por qué se aplica esta medida?
Hasta ahora, la presentación de la declaración de la renta era opcional para aquellos que recibían un subsidio de desempleo por debajo del umbral mínimo establecido para tributar. Sin embargo, con la nueva ley Real Decreto-ley 2/2024, cualquier persona que reciba prestaciones del SEPE deberá cumplir con esta obligación, independientemente de si sus ingresos superan o no los límites para tributar.
Esta nueva exigencia forma parte de los esfuerzos para regularizar el sistema de subsidios y evitar abusos. El gobierno ha subrayado que la medida busca asegurar que todos los beneficiarios cumplan con las obligaciones fiscales correspondientes, sin importar la cuantía de su subsidio.
¿Qué ha cambiado respecto a 2025?
Inicialmente, la Ley de Segunda Oportunidad había previsto que la obligación de presentar la declaración de la renta se aplicara a partir de 2025, pero por contradicciones en la normativa, se aplazó un año. El SEPE permitió en 2025 que los beneficiarios del subsidio pudieran no presentar la declaración si no cumplían los requisitos habituales, aunque ya se había establecido en 2024 que la obligación fiscal se aplicaría a partir de enero de 2026.
¿Cómo afecta esta medida a los beneficiarios?
Si eres beneficiario del subsidio de desempleo, tendrás que presentar tu declaración del IRPF aunque el dinero que percibas no supere el umbral mínimo para tributar. Es decir, cobrar el subsidio será suficiente para que se te exija este trámite ante Hacienda, incluso si tus ingresos totales no superan los 22.000 euros anuales establecidos para estar obligado a declarar.
El incumplimiento de esta obligación podría acarrear consecuencias graves. No solo se podría suspender la prestación, sino que también podría haber reclamaciones para devolver el dinero percibido si se considera que no se han cumplido las normas administrativas.
¿Cómo prepararse para esta nueva obligación?
Aunque la medida no entra en vigor hasta 2026, es recomendable que los beneficiarios comiencen a organizarse con antelación. Si nunca has presentado la declaración de la renta, puede ser útil comenzar a familiarizarte con el proceso, recopilando toda la información necesaria:
- Revisa los ingresos percibidos y guarda todas las cartas o comunicaciones del SEPE.
- Mantén actualizados tus datos bancarios y asegúrate de que la información fiscal esté correcta.
- Si nunca has presentado la renta, puedes acudir a un gestor o utilizar las herramientas de la Agencia Tributaria para recibir asistencia personalizada.
La importancia de la planificación
Para evitar imprevistos o sanciones, no dejes la declaración de la renta para el último momento. Desde 2026, esta obligación será tan importante como cumplir con los requisitos para mantener el subsidio, como sellar el paro o acudir a las citas con el SEPE. Ser consciente de los plazos y requisitos te permitirá cumplir con la normativa y seguir recibiendo la prestación sin inconvenientes.








