La huelga de cuatro días convocada por los técnicos superiores sanitarios en Ceuta y Melilla ha tenido un notable seguimiento en los centros dependientes del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), organismo adscrito al Ministerio de Sanidad. Los profesionales denuncian la falta de avances en su clasificación profesional y exigen ser reconocidos como Profesión Sanitaria Titulada y Reglada.
Durante las jornadas de paro —celebradas los días 30 y 31 de octubre, y 3 y 4 de noviembre—, los manifestantes mostraron su malestar por la ausencia de concreción en el borrador del nuevo Estatuto Marco, que debería incluir la reclasificación de su categoría profesional. Este documento regula los derechos y deberes del personal estatutario de los servicios de salud.
Entre las principales reivindicaciones del colectivo figuran la creación de un Grado Universitario para Técnicos Superiores Sanitarios, el desarrollo de diplomas de acreditación avanzada, y la actualización del currículo formativo al nivel 5 del Marco Español de Cualificaciones (MECU). Esta última cuestión depende directamente del Ministerio de Sanidad, que, según los sindicatos, no ha concretado los compromisos anunciados.
Desde el INGESA han lamentado “cualquier molestia, por leve que fuera” ocasionada a los usuarios durante el desarrollo de la huelga, y han destacado el respeto al derecho de los profesionales a manifestar sus demandas.
En Ceuta, el Sindicato Médico ha mostrado su apoyo a las movilizaciones de los técnicos superiores del Hospital Universitario y ha acusado a la ministra de Sanidad, Mónica García, de “haber puesto en pie de guerra a todo el sector sanitario” por la falta de diálogo y la adopción de decisiones unilaterales.
Asimismo, el senador ceutí Abdelhakim Abdeselam ha pedido la dimisión de García, a la que responsabiliza del “caos sanitario” en las ciudades autónomas, señalando las largas listas de espera, el cierre de unidades hospitalarias y la sobrecarga del personal sanitario.
Más allá de las protestas, los sindicatos advierten de una situación crítica en los servicios sanitarios de Ceuta y Melilla. Denuncian la escasez de médicos y especialistas, especialmente en áreas como urgencias, pediatría y atención primaria, lo que obliga a suspender consultas o derivar pacientes a la península.
Los profesionales piden al Ministerio de Sanidad que adopte medidas urgentes para reforzar las plantillas, mejorar las retribuciones y garantizar la estabilidad del sistema sanitario en ambas ciudades.




