Los pacientes anticoagulados piden que se eliminen las restricciones en el acceso a los anticoagulantes de acción directa (ACOD) y que se priorice el tratamiento adecuado desde el inicio, sin tener que pasar por terapias previas que demuestren mal control.
En España, casi un millón de personas requieren anticoagulantes para prevenir la formación de trombos y evitar complicaciones graves como embolia pulmonar o trombosis. Esta cifra, que sigue aumentando debido al envejecimiento de la población y los factores de riesgo, ha puesto de manifiesto la necesidad de actualizar las políticas de acceso a estos medicamentos.
Los pacientes, apoyados por la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (FEASAN), reclaman la equidad en el acceso a los tratamientos anticoagulantes. En particular, exigen que los anticoagulantes de acción directa (ACOD) sean accesibles desde la primera fase del tratamiento, como ocurre en otros países como Portugal. A pesar de que estos fármacos han bajado de precio gracias a la llegada de genéricos, aún existen comunidades autónomas que obligan a los pacientes a iniciar el tratamiento con antivitamina K (como el Sintrom), lo que solo les permite acceder a los ACOD tras demostrar un mal control con el medicamento inicial.
Esta práctica, según los pacientes, compromete la equidad y limita la libertad clínica de los médicos, quienes deben seguir un proceso que no siempre es el más adecuado para cada paciente. La Federación Española de Anticoagulados ha utilizado el Día Nacional del Paciente Anticoagulado, celebrado el 18 de noviembre, para reclamar cambios urgentes en la política sanitaria y garantizar que todos los pacientes puedan acceder al tratamiento más adecuado desde el principio.
En cuanto al perfil del paciente anticoagulado, la mayoría son mayores de 65 años y, en muchos casos, polimedicados, lo que hace aún más crítica la necesidad de un tratamiento adecuado. Rafael Martínez, presidente de FEASAN y también paciente anticoagulado, destacó que el uso de ACOD ha superado ya al de los antivitamina K, lo que demuestra la preferencia por estos nuevos medicamentos más eficientes y con menos requerimientos de control.
El problema económico, que antes justificaba las restricciones al acceso a los ACOD, ha quedado obsoleto tras la llegada de los genéricos, lo que hace aún más difícil de justificar la falta de acceso a estos tratamientos. Sin embargo, las inequidades persisten entre las comunidades autónomas, algunas de las cuales no aplican los nuevos criterios de prescripción actualizados, y siguen exigiendo a los pacientes cumplir con los requisitos previos.
Además, la FEASAN ha subrayado que la educación del paciente es esencial para el éxito del tratamiento. Los ACOD requieren menos visitas al médico y menos controles, por lo que el conocimiento del paciente sobre su medicación es clave para mantener la adherencia y evitar errores. Con este objetivo, la campaña #TómateloEnSerio busca impulsar la implicación activa del paciente en su tratamiento, recordando los riesgos reales de no seguir adecuadamente el tratamiento.








