El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha arribado esta mañana al aeropuerto internacional de Ben Gurion, en Israel. Su llegada coincide con un momento crucial, ya que se están liberando los últimos rehenes que fueron capturados el 7 de octubre por el grupo extremista Hamás.
Este evento marca un momento significativo en la historia reciente del país, puesto que la liberación de estos rehenes representa un alivio para muchas familias que han estado esperando con ansiedad el regreso de sus seres queridos.
Trump ha indicado que su visita a Israel no solo incluye un momento emotivo al reunirse con las familias de los rehenes antes de dirigirse al parlamento israelí, conocido como Knéset, sino que también representa un paso hacia la estabilidad en la región.
Durante su discurso en el Knéset, se espera que Trump hable sobre la importancia de la cooperación internacional para la paz en Medio Oriente y reafirme el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Israel.
La visita de Trump no solo se circunscribe a estos eventos: el presidente también se dirigirá a Egipto, donde participará en la Cumbre de Paz que reunirá a más de treinta naciones, incluida una sólida representación de líderes estatales y de gobierno.
En este encuentro en Sharm el Sheij, se debatirán estrategias globales para abordar los conflictos en Medio Oriente y se buscará fortalecer las relaciones diplomáticas y comerciales entre los países presentes.
Se espera que la participación de Estados Unidos en esta cumbre sea determinante para trazar un camino hacia el diálogo y la colaboración, dado el rol clave que el país norteamericano juega en la región.
Trump concluye su gira en Israel con la esperanza de que su presencia y el apoyo que ofrece a Israel envíen un mensaje claro a todas las naciones acerca de los valores de libertad y seguridad que Estados Unidos defiende a nivel global.
















