El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en España podría experimentar una subida significativa en 2026. Según las previsiones más optimistas, se calcula que el SMI podría llegar a los 1.225,44 euros al mes, repartidos en 14 pagas, lo que representaría un incremento del 3,5% respecto al valor actual de 1.184 euros. Esta subida se enmarca en el compromiso del Gobierno de alcanzar el 60% del salario medio nacional, tal y como estipula la Carta Social Europea.
Un aumento significativo con vistas a la equidad salarial
Desde 2018, el SMI en España ha experimentado un aumento constante, pasando de 735,9 euros a los actuales 1.184 euros mensuales en 2025. Este incremento ha sido uno de los pilares de la política económica de España para mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores con salarios más bajos. La previsión de una subida del 3,5% en 2026 podría situar el SMI en los 1.225,44 euros, lo que marcaría una nueva etapa en la política salarial del país.
¿Qué implica para los trabajadores?
Si se confirma este aumento, los trabajadores que perciban el SMI recibirían un aumento salarial de 41,44 euros adicionales al mes en 2026. Aunque el valor total depende de las negociaciones, esta subida puede suponer un importante alivio para miles de trabajadores, sobre todo en un contexto económico que aún se ve afectado por la inflación y el aumento de los costes de vida.
Además, la actualización del SMI también afectaría a los trabajadores autónomos, ya que las bases mínimas de cotización se ajustarían consecuentemente, lo que implicaría un ligero aumento en las cuotas de los autónomos, pero a su vez, mejor cobertura social y mayores prestaciones por cese de actividad o incapacidad temporal.
¿Y las empresas?
Para las empresas, la subida del SMI tendrá un impacto directo en sus costes laborales. Las empresas deberán ajustar sus nóminas y previsiones presupuestarias para adaptarse al nuevo escenario, lo que podría implicar también un ajuste en las bases de cotización mínimas. Algunas voces han advertido que la subida del SMI podría generar una mayor presión sobre pymes y autónomos, que podrían ver incrementadas sus cargas fiscales.
El SMI y las prestaciones sociales
El SMI también sirve como referencia para determinar el monto de diversas prestaciones sociales, como pensiones, subsidios por desempleo y ayudas públicas. Así, el aumento del SMI en 2026 podría beneficiar a miles de ciudadanos que reciben prestaciones basadas en este indicador. Este ajuste es especialmente importante en un contexto de creciente desigualdad y con el objetivo de reducir la pobreza en los segmentos de la población con menores ingresos.
La discusión sobre el IRPF
Una de las cuestiones que sigue generando debate es si el SMI debe tributar por el IRPF. En 2024, se acordó una exención fiscal para los perceptores del SMI, pero aún no está claro si esta medida se mantendrá en 2026. De ser así, los trabajadores que perciban el SMI no tendrían que pagar impuestos por su salario, lo que aliviaría aún más su poder adquisitivo.
¿Qué sigue en las negociaciones?
Aunque el porcentaje final aún no ha sido acordado, las negociaciones entre sindicatos, patronal y el Gobierno continúan con el objetivo de fijar el SMI para 2026. El diálogo social juega un papel fundamental en este proceso, ya que debe asegurar un equilibrio entre mejorar las condiciones salariales de los trabajadores y mantener la competitividad empresarial.










