La Guardia Civil ha detectado un aumento en el uso de parapentes por parte de migrantes para cruzar la frontera desde Marruecos hacia España, una práctica que está reemplazando cada vez más al tradicional salto de la valla en Ceuta y Melilla.
Según fuentes de seguridad, esta modalidad permite a los migrantes sobrevolar los límites fronterizos sin tener que enfrentarse a las barreras físicas, lo que complica la labor de control y vigilancia en la zona. Las autoridades señalan que, aunque todavía es un fenómeno minoritario, su frecuencia está en crecimiento, lo que genera preocupación por los riesgos que conlleva tanto para quienes intentan cruzar como para los equipos de seguridad.
La Guardia Civil ha intensificado la vigilancia aérea y terrestre, y trabaja en coordinación con las autoridades marroquíes para prevenir estos cruces. Especialistas advierten que el uso de parapentes improvisados supone un peligro elevado debido a la falta de experiencia de los migrantes y la vulnerabilidad de los equipos que utilizan.
Este cambio en las estrategias de migración refleja, según expertos, la búsqueda de métodos más “creativos” para sortear los controles fronterizos, evidenciando la constante adaptación de los flujos migratorios ante las medidas de seguridad.












