La importancia de los símbolos y su control es fundamental en política. Prueba de ello es el enfrentamiento entre las derechas ceutíes por la ofrenda que Juan Vivas realizó a la Patrona. Analizamos esta «batalla cultural» con el politólogo, Julio Basurco
El líder de Vox Ceuta, Juan Sergio Redondo, ha cargado recientemente contra el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, por su renovación de los votos a la Virgen de África. Redondo ha asegurado en redes sociales que se siente «avergonzado de ver a este personaje haciendo un juramento ante Nuestra Madre y Patrona«. En la misma publicación define a Vivas como «un tipo con menos palabra y honor que el Conde Don Julián» y a su juramento ante la Patrona de la Ciudad como «toda una afrenta y una ofensa para los ceutíes decentes».
Desde el Partido Popular ceutí han reaccionado a las palabras de Redondo con una publicación en sus perfiles oficiales:
«Sergio Redondo de VOX, en vez de insultar al Presidente Juan Vivas, tendría que explicar al juez y al pueblo de #Ceuta el contenido de esos mensajes de WhatsApp que les han hecho a usted y a los miembros de su partido tan famosos en España. Por algo Juan Vivas lleva 20 años presidiendo nuestra ciudad. #DeVoxNingunaLección».
La importancia de los símbolos en política
Son dos los secretos a voces que esta hostilidad revela. Por un lado, que las relaciones entre PP y Vox no hacen más que agriarse desde que rompieran su acuerdo de gobierno. Por otro lado, que los símbolos culturales y religiosos forman parte del debate político en tanto en cuanto quien los controla, quien tiene hegemonía sobre ellos, tiene parte del relato ganado.
En declaraciones a El Foro de Ceuta, Julio Basurco, politólogo y habitual hasta hace relativamente poco de la escena política local con su sección semanal «La Zarpa» en un medio local, analiza el enfrentamiento entre PP y Vox a cuenta de la figura de la Virgen de África, así como las posturas adoptadas por una y otra formación:
- Postura de Vox Ceuta:
«Tras la ruptura del acuerdo que ha mantenido durante un año con el Partido Popular, Vox pretende presentarse ante el electorado conservador como el único partido que no se pliega a los designios de la supuesta ‘marroquinización’, de ahí la comparación, nada casual, de Vivas con el conde don Julián. Frente a los ‘traidores’ del PP, Vox defiende ‘la Ceuta de toda la vida’, es decir, la Ceuta ‘blanca’ y cristiana, la Ceuta que ‘de verdad’ siente a la Virgen de África como patrona de la ciudad. Vox trata de reforzar así los elementos que la sitúan como una fuerza política reaccionaria, ultraconservadora y nacionalcatólica, más en la línea de líderes como Bolsonaro que en la de la familia del «populismo de derechas» encarnado, por ejemplo, en el Frente Nacional de LePen«.
- Postura del PP ceutí:
«Por su parte, el PP busca alejarse de Vox subrayando la moderación y la convivencia. Si los ‘ultras’ de Vox tratan de ‘dividir’ a la ciudad apropiándose de los símbolos y resignificándolos, Juan Vivas representa, todavía, ‘la Ceuta de las cuatro culturas‘ que durante dos décadas ha enarbolado el Partido Popular en el Gobierno, esto es, una Ceuta ‘de orden’, con jerarquías y desigualdad, pero sin conflicto. Si Vox moviliza las ‘pasiones’ del electorado de derechas, el PP apela a su mesura y a su rechazo a la crispación».
¿Ha tenido éxito la estrategia de Vox?
El ataque de Redondo a Vivas por su ofrenda a la Patrona de Ceuta parece no haber tenido el calado y la aceptación que hubiese gustado en la formación de extrema derecha. Más bien al contrario. Se ha interpretado por buena parte de la ciudadanía, incluida la que es votante de derechas, como una salida de tono más de Vox Ceuta..
Incluso portavoces de otros grupos parlamentarios de la Asamblea, como Mohamed Ali (Caballas) ha ironizado sobre «lo insólito» del asunto: «Su islamofobia se huele, pero ¿excomulgar a la gente del PP del cristianismo como han hecho usted con el señor Vivas por hacer una ofrenda a la Patrona? Miren ustedes qué ciudad quieren».
Para Basurco, «Vox debe medir mejor a la hora de confrontar con el PP. Increpar a Vivas por rendir homenaje a la Virgen de África es algo que puede resultar poco comprensible para los votantes a los que Vox debería intentar atraer, una sobreactuación, un exceso. Vox ya tiene al electorado más extremista y dado a aplaudir el enfrentamiento. Si quiere ganar la batalla por convertirse en el partido mayoritario de la derecha tiene que ser capaz de seducir a votantes conservadores menos ‘hiperventilados‘». Y esta ‘batalla cultural’ que intenta expulsar al PP de las tradiciones ‘de todos’ no parece que sea el mejor camino para ello».






