El presidente en funciones de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha reconocido este lunes en el Congreso que la administración autonómica no estaba preparada para la magnitud real que alcanzó la DANA, cuya gestión está siendo analizada en una comisión de investigación. Durante su comparecencia, Mazón ha insistido en que las decisiones se tomaron en función de la información proporcionada por los organismos estatales y que estos no advirtieron de la gravedad que finalmente adquirió el episodio meteorológico.
“No puedo decir que estuviéramos preparados, bajo ningún concepto, para una emergencia de la envergadura que terminó teniendo la DANA”, ha admitido, aunque ha sostenido que sí lo estaban para “una emergencia como la que anunciaba Aemet”. El presidente en funciones ha reprochado reiteradamente a las “agencias oficiales” dependientes del Gobierno que ofrecieran datos “insuficientes o inadecuados” y ha puesto como ejemplo la diferencia entre “una alerta roja de 180 litros y otra de 800”.
Mazón ha denunciado también un “apagón informativo” respecto al estado del barranco del Poyo por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar. “Nadie era consciente de la magnitud. Nadie sabía que la gente se ahogaba”, ha defendido.
Las llamadas perdidas de Pradas
En relación con las llamadas no respondidas de la consellera Salomé Pradas durante la emergencia, Mazón ha explicado que probablemente no las escuchó porque tenía el móvil guardado en la mochila. Ha matizado, no obstante, que “no atender una llamada no significa estar incomunicado”.
La respuesta de Morant
Las declaraciones del presidente en funciones han provocado la inmediata réplica de la ministra de Ciencia, Innovación y Universidad, Diana Morant, también líder del PSOE valenciano. Morant ha recordado que los familiares de las víctimas “no se pudieron permitir el lujo” de llevar el teléfono en la mochila durante una jornada marcada por la confusión y el pánico.








