Más de un centenar de sacerdotes y obispos recorrieron este lunes las calles de Roma para exigir el fin de la guerra en Gaza, en una manifestación organizada por el colectivo internacional Sacerdotes contra el genocidio, integrado por más de 500 miembros en una veintena de países.
Aunque la Santa Sede denuncia cada día la situación en Oriente Próximo, el papa León XIV aclaró recientemente que aún no empleará el término “genocidio” para referirse al conflicto. No obstante, los religiosos reunidos en la capital italiana corearon lemas como “Cristo murió en Gaza” y portaron pancartas con mensajes inspirados en las palabras del Pontífice: “Por una paz desarmada y desarmante”.
La marcha comenzó en la iglesia de San Andrés, en el Quirinal, y descendió hasta el centro de Roma. En la Plaza Barberini, frente a la Fuente del Tritón, los participantes recitaron versos del poeta palestino Mahmoud Darwish y rezaron el Padre Nuestro y el Ave María. Más adelante, en la Via del Corso, el sacerdote misionero Alejandro Zanotelli advirtió que, a diferencia del nazismo, hoy el mundo no puede alegar desconocimiento: “Todos sabemos lo que está ocurriendo en Gaza. Mirar hacia otro lado sería el suicidio de Occidente”.
Entre cánticos religiosos —incluido el himno Emmanuel, popular en la Jornada Mundial de la Juventud del año 2000— y bajo la lluvia, los manifestantes avanzaron hasta Montecitorio, sede de la Cámara Baja italiana, donde concluyeron su recorrido.
El sacerdote Rito Maresca, uno de los organizadores, explicó que la iniciativa no buscaba tanto ocupar las calles como abrir un proceso de conciencia dentro de la propia Iglesia: “Queremos un posicionamiento claro frente al sufrimiento del pueblo palestino”.
Entre los participantes destacó el padre Gianfranco, franciscano de Salerno, que marchó con hábito, sandalias y una kufiya palestina alrededor del cuello. “Cristo muere donde mueren los niños, y en Gaza mueren demasiados”, afirmó en español, antes de despedirse de los presentes con una sola palabra: “Paz”.