A partir del 1 de enero de 2026, todos los conductores en España tendrán la obligación de contar con una baliza luminosa V16 en sus vehículos, marcando el fin del uso de los tradicionales triángulos de emergencia. Este dispositivo no solo proporciona una señal luminosa intermitente visible a 360º, sino que también tiene la capacidad de transmitir la ubicación del vehículo en caso de emergencia a la plataforma DGT 3.0.
Este avance, impulsado por la Dirección General de Tráfico, busca mejorar la seguridad en las carreteras al eliminar la necesidad de que los conductores salgan de sus vehículos para señalizar un accidente o una avería, lo que reduce el riesgo de atropellos. Sin embargo, es esencial señalar que no todas las balizas V16 son válidas; solo aquellas que cumplen con requisitos técnicos específicos, incluyendo conectividad y una certificación de compatibilidad con el sistema DGT.
Es fundamental entender que estas balizas no geolocalizan permanentemente el vehículo, sino que únicamente transmiten su ubicación una vez que el conductor lo activa durante una emergencia. No cumplir con esta normativa, utilizando un modelo no homologado o continuando el uso de triángulos, podría acarrear sanciones que pueden llegar hasta 200 euros.
La baliza V16 debe estar guardada en la guantera del vehículo. En caso de una emergencia, el conductor debe colocarla en el exterior del automóvil utilizando un imán que la mantenga fija. La visibilidad de la luz puede abarcar hasta un kilómetro, dependiendo de las condiciones climáticas.
Desde que la luz V16 fue introducida como un dispositivo legal de señalización de peligro en el 2021, han coexistido dos tipos de balizas: la V16 estándar y la V16 conectada. A partir de 2026, solo la V16 conectada será válida, ya que su conectividad permite enviar la geolocalización anónimamente a la plataforma DGT 3.0.
La plataforma DGT 3.0 es un sistema digital que ofrece información en tiempo real sobre el estado del tráfico y las condiciones de las vías. Esto le permite a la DGT conectar de manera anónima vehículos, infraestructuras y servicios públicos para reportar incidentes automáticamente, mejorando así la seguridad vial.
Al comprar una baliza homologada, no hay cuotas adicionales. Incluye un chip GPS y una tarjeta SIM que garantizan al menos 12 años de conectividad. Sin embargo, es crítico verificar la fecha de caducidad del servicio de conectividad, impresa en el producto.
La DGT tiene un listado disponible en línea donde se pueden consultar los modelos de balizas homologadas. A partir de enero de 2026, las balizas V16 no conectadas ni los triángulos de emergencia dejarán de ser válidos en el territorio español, con la excepción de vehículos matriculados en otros países en circulación internacional.
En caso de avería, el conductor debe maximizar la seguridad, consumando cualquier movimiento hacia el lado derecho de la vía y, si es posible, utilizar la baliza en el techo o en un lugar visible. En tal caso, se afirma que la baliza únicamente indica la posición del vehículo, no envía información personal ni es un sistema de auxilio a emergencias.
Además, la colocación de la baliza debe ser en el lugar más alto y visible del vehículo. Si por alguna razón no es factible, se puede colocar en la puerta del conductor. La revisión y el mantenimiento de la baliza son cruciales; asegurarse de que tiene carga suficiente y realizar pruebas periódicas es esencial para su funcionamiento efectivo.
Las ventajas de la V16 conectada son evidentes, se evita que los ocupantes deban abandonar el vehículo en situaciones peligrosas y, al mismo tiempo, se notifica la emergencia a otros conductores. Sin embargo, su desventaja es que puede ser menos visible en ciertas condiciones climáticas. Al final, en caso de emergencia, se sugiere que los ocupantes permanezcan dentro del vehículo a menos que haya un lugar seguro fuera de la carretera.
La normativa se aplicará a vehículos como turismos, vehículos mixtos, furgonetas y autobuses. Aunque no es obligatoria para motocicletas, su uso es recomendado. En términos de privacidad, los datos no se geolocalizan de manera constante, transmitiendo información solo cuando el dispositivo se activa en circunstancias específicas.









