Recientemente, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ofreció un discurso conmovedor que refleja la gravedad de la situación actual en su país. Afirmó: «Estamos viviendo uno de los momentos más difíciles de nuestra historia. Ucrania podría encontrarse ante una elección muy difícil. O bien perder su dignidad, o arriesgarse a perder a un socio clave».
Este mensaje dramático alude a las consecuencias de las difíciles decisiones que enfrenta Ucrania, como aceptar un plan de paz propuesto por Donald Trump que abarca 28 puntos controversiales.
El plan incluye aspectos que serían difíciles de aceptar para los ciudadanos ucranianos, tales como la pérdida casi total del Donbás, la prohibición de que Ucrania se una a la OTAN, y la reducción de su ejército a 600,000 efectivos. Estas exigencias han generado un intenso debate sobre la viabilidad y la dignidad de tal acuerdo.
Juan Luis Manfredi, catedrático de Estudios Internacionales, compartió su visión en un episodio del ‘Diario de Ucrania’. Él considera que este plan inicial es desfavorable para Ucrania, no solo debido a las pérdidas territoriales, sino también por la falta de garantías de seguridad.
Manfredi sostiene que Rusia ha incumplido repetidamente los acuerdos previos, lo que hace que también el primer borrador del plan propuesto por Trump deje a Ucrania vulnerable. Podría resultar en una Ucrania debilitada, con un 20% menos de territorio y un ejército reducido, lo que amenaza su seguridad nacional.
A pesar del sombrío panorama, hay que notar que las reuniones diplomáticas recientes entre negociadores ucranianos y europeos podrían haber suavizado las exigencias del plan, orientándolo más como un marco para la paz.
Sin embargo, el contexto en el que Trump está intentando relanzar las negociaciones no es favorable para Ucrania. El país enfrenta grandes desafíos económicos y militares. Mientras Rusia sigue avanzando en diferentes frentes, Zelenski se encuentra bajo presión interna debido a escándalos de corrupción que han quebrantado la confianza pública.
Este complicado juego diplomático ha llevado a Manfredi a insistir en la necesidad de que Zelenski busque una salida digna. No puede renunciar a sus territorios ni ceder en materia de defensa, y es crucial que no se permita que Rusia vuelva a gozar de un estatus internacional que le permita mantener presiones sobre Ucrania.
La visión de Trump es intrigante; algunos se preguntan si su interés es alcanzar una paz duradera o simplemente generar un acuerdo superficial que atestigüe un triunfo diplomático. Según Manfredi, Trump desea cerrar los frentes abiertos, pero está más centrado en problemas en el Pacífico, especialmente con China, que en la estabilidad a largo plazo de Ucrania y la región.
El catedrático también menciona que el borrador inicial del acuerdo deja muchas preguntas sin respuesta sobre las concesiones que debería realizar Rusia. Esto sugiere que Putin busca socavar la soberanía ucraniana de forma permanente, transformando al país en un Estado títere donde Ucrania no tenga la capacidad de moverse sin las ordenes del Kremlin.










