Este lunes, el presidente en funciones de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, comparece ante la comisión de investigación del Congreso de los Diputados sobre la gestión de la dana, apenas una semana después de su intervención en la comisión de Les Corts. La citada comparecencia se produce en un contexto crítico para Mazón, quien dimitió de su cargo hace dos semanas en medio de una creciente presión política y judicial.
Mazón, que anteriormente había rechazado cualquier responsabilidad en la gestión de la crisis, deberá enfrentar las preguntas incisivas de los diputados sobre su actuación y decisiones durante la catástrofe que dejó un saldo trágico de 229 fallecidos. La comparecencia coincide con negociaciones internas del Partido Popular (PP) y Vox sobre la sucesión de Mazón, lo que añade una nueva capa de tensión al escenario político.
Durante su comparecencia anterior en Les Corts, Mazón se descargó de la responsabilidad al señalar a diversos organismos del Gobierno, como la Confederación Hidrográfica del Júcar y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), por la falta de información esencial. Además, defendió que ninguna de sus decisiones requería un permiso específico del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi), insistiendo en que cualquier retraso en alertar a la población no fue por su inacción.
Sin embargo, las interrogantes sobre su paradero durante las horas críticas de la emergencia continúan sin respuesta. Mazón no ofreció detalles sobre un encuentro que tuvo con la periodista Maribel Vilaplana durante el periodo crucial de la crisis, cuando los daños aumentaban. Afirmó que no estuvo «incomunicado» y que, en lugar de ello, estaba activamente interesado en la situación mientras consumía una comida de más de tres horas.
El líder del PSPV, Joan Baldoví, arremetió contra Mazón, calificando su intervención de «burla» y censurando su falta de respuestas sustanciales ante la comisionada. Según Baldoví, la actuación del mandatario fue repleta de cinismo y únicamente se limitó a leer un discurso preescrito, evadiendo las preguntas cruciales sobre su gestión durante la tragedia.
Desde el seno del PP, la respuesta fue menos crítica, argumentando que Mazón compareció por iniciativa propia y no presionado, mientras que Vox se centró en señalar que la mayor responsabilidad recaía en el Gobierno de Pedro Sánchez. Ambas formaciones criticaron la ausencia del presidente del Gobierno y sus ministros en la sesión de la semana pasada, lo que acentuó su percepción de desinterés sobre la situación.
Las voces de las víctimas de la dana continúan resonando fuertemente. Rosa Álvarez, presidenta de la Asociación de Víctimas Mortales, manifestó su descontento con la actitud de Mazón, acusándolo de «victimización» y de eludir su responsabilidad en la gestión de la crisis. Álvarez subrayó que el presidente podría haber incurrido en delito por no proporcionar información veraz y clara durante su comparecencia.
Diana Morant, líder del PSPV y actual ministra de Ciencia, anticipó que la comparecencia de Mazón en el Congreso será notablemente diferente a la de Les Corts. Morant destacó que Mazón tiene la obligación, tanto legal como moral, de decir la verdad y que el Congreso no permitirá que su declaración se limite a leer un discurso. La presión política y mediática sobre Mazón se intensifica a medida que se acerca la fecha de la comparecencia.








