El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 ha lanzado una nueva campaña destinada a investigar posibles rebajas engañosas que pueden ocurrir durante la temporada de descuentos de finales de noviembre, cubriendo eventos como el ‘Black Friday’ y el ‘Ciber Monday’. Esta acción se enmarca dentro de un esfuerzo mayor por proteger los derechos de los consumidores frente a prácticas comerciales desleales.
El ministro Pablo Bustinduy, a cargo del departamento, hizo este anuncio el lunes, indicando que la Dirección General de Consumo se encargará de llevar a cabo una monitorización masiva de precios y productos. Esta vigilancia se centra en detectar prácticas fraudulentas, tales como el aumento artificial de precios previo a las rebajas, lo que permite a las empresas presentar descuentos que en realidad son ilusorios.
Las denuncias respecto a tales prácticas no son nuevas. En años anteriores, tanto el Ministerio como diversas asociaciones de consumidores, como Facua y la OCU, han señalado que el ‘Black Friday’ no siempre significa un ahorro real para los consumidores. Debido a esto, muchos usuarios han comenzado a seguir el rastro de los precios de los artículos que les interesan, asegurándose de que las rebajas sean auténticas.
El ministerio recuerda que estas acciones engañosas por parte de las empresas constituyen una violación del artículo 20 de la Ley de Ordenación del Comercio Minorista. Esta legislación exige que, cuando un comerciante anuncie un descuento, debe indicar como precio de referencia el menor valor que el producto haya tenido en los 30 días previos a la promoción. Recientemente, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid respaldó las sanciones que había impuesto el Ministerio a varias empresas por ofrecer descuentos fraudulentos.
Además de controlar las rebajas engañosas, el Ministerio de Consumo tiene la intención de ampliar el espectro de prácticas comerciales desleales que serán objeto de monitorización. De acuerdo con Bustinduy, se prestará especial atención a la técnica de precio por goteo, en la que las marcas ocultan el precio final desde el principio del proceso de compra y, mientras el consumidor avanza, se añaden sobrecostes y gastos adicionales, lo que puede incurrir en confusión.
Otro aspecto que se vigilará son las tácticas que fomentan la compra apresurada, tales como el uso de cuentas atrás falsas en sitios web o mensajes ficticios sobre la escasez de productos. Estas estrategias buscan crear un sentido de urgencia que puede llevar al consumidor a tomar decisiones de compra precipitadas.
El Ministerio también está alerta ante el uso de precios personalizados, los cuales se pueden basar en datos personales del consumidor y, en algunos casos, pueden dar lugar a situaciones discriminatorias. La comparación de precios engañosas, en las que una empresa compara un precio promocional con uno no comúnmente disponible en el mercado, también estará bajo observación.
La campaña de investigación de este ministerio se centrará principalmente en el comercio electrónico, prestando especial atención a ciertos sectores, incluidos los artículos textiles, juguetes, tecnología y pequeños electrodomésticos. Bustinduy enfatizó que ninguna estrategia comercial puede basarse en la vulneración de los derechos de los consumidores, reiterando el compromiso del Ministerio de proteger a los ciudadanos frente a infracciones de este tipo.








