Agentes de la Guardia Civil, en colaboración con el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, detuvieron este jueves en Ceuta a un hombre acusado de intentar enviar a la Península 21 kilos de hachís ocultos en dos paquetes postales.
El arrestado, vecino de la ciudad, será puesto a disposición judicial en las próximas horas por un presunto delito contra la salud pública. La intervención se produjo después de que los sistemas de control detectaran irregularidades en los envíos que el sospechoso había llevado a una oficina de Correos, donde entregó los paquetes siguiendo aparentemente el procedimiento habitual y facilitando sus datos personales como remitente.
Dentro de las cajas, los agentes localizaron múltiples bloques de hachís cuidadosamente camuflados entre otros objetos, lo que permitió confirmar que se trataba de un envío de droga hacia una dirección situada en la Península.
Según fuentes consultadas de la Guardia Civil, aunque no es una vía de tráfico de estupefacientes especialmente frecuente, el uso del correo para transportar hachís no resulta desconocido para las fuerzas de seguridad, que ya han llevado a cabo actuaciones similares siguiendo este mismo modus operandi. En algunos casos, los propios traficantes se envían la droga a sí mismos, utilizando domicilios registrados a su nombre.
La detección de estas remesas es posible gracias a los controles realizados en los tráficos postales, donde agentes adscritos a la Compañía Fiscal revisan los paquetes mediante escáner para identificar posibles sustancias prohibidas, grandes cantidades de dinero u objetos peligrosos. Además de droga, estos controles han permitido interceptar documentación sospechosa en otras ocasiones.










