Antonio Muñoz Cano, cuñado del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, fue condenado por la Audiencia de Palma a tres años de cárcel por provocar un incendio en 2018 en la cochera de la vivienda familiar en Muro (Mallorca), donde dormían su exesposa y sus dos hijos menores. El acusado reconoció los hechos durante el juicio y aceptó la pena solicitada por la Fiscalía.
Un incendio con grave riesgo para la familia y los vecinos
Según el relato judicial, Muñoz Cano accedió de madrugada al garaje de la vivienda escalando una pared. En su interior dormían su exmujer, sus hijos —de 11 años y otro de 7 con diversidad funcional que le impide caminar— y la madre de ella. Una vez dentro, prendió fuego al vehículo adaptado a las necesidades del hijo menor, sobre el cual había mantenido fuertes disputas con su expareja.
Antes de huir, dejó abierta la puerta del garaje hacia un patio lleno de material inflamable que conectaba con las estancias donde dormía la familia, lo que incrementó notablemente el riesgo de propagación del incendio, según destacó la Fiscalía.
El fuego destruyó por completo el vehículo, valorado en 11.900 euros, y causó daños en el garaje y zonas adyacentes tasados en 22.543 euros.
Un historial de amenazas y conflictos familiares
La sentencia, dictada el 21 de noviembre de 2018, detalla que los hechos se enmarcan en una escalada de violencia y amenazas iniciada en 2016. Durante un ingreso hospitalario por un conflicto relacionado con cuentas bancarias familiares, Muñoz Cano llegó a amenazar a su entonces esposa y a su cuñado:
«No me hagáis una putada que ya veis siendo bueno las cosas malas que hago… id con cuidado porque os puedo hacer mucho daño», recoge el fallo.
Tras su alta médica, la mujer planteó la separación, una decisión que el acusado no aceptó. Apenas cinco días después, se presentó en casa de su cuñado y llegó a amenazarle directamente: «Te voy a matar, a arrancar la cabeza, te voy a ver vestido de luto».
Ingreso en prisión
Tras la condena, Muñoz Cano, natural de Los Corrales (Sevilla), fue trasladado a un centro penitenciario sevillano. La Audiencia lo consideró responsable de un delito de incendio que puso en grave riesgo la vida de su familia y también la de los vecinos.
El caso subraya la gravedad de la violencia derivada de conflictos familiares y la necesidad de una actuación judicial firme para prevenir consecuencias aún más trágicas.










