Este miércoles, Chile da inicio a la campaña electoral para la segunda vuelta presidencia programada para el 14 de diciembre. En esta contienda se enfrentarán la comunista Jeannette Jara, representante del actual gobierno de izquierda, y el ultraderechista José Antonio Kast, quien se perfila como el gran favorito según los sondeos.
La primera vuelta de noviembre dejó a Jara en primer lugar con un 26,85% de los votos, apenas por delante de Kast, quien logró un 23,92%. A pesar de que los resultados fueron más ajustados de lo esperado, las encuestas actuales sugieren que Kast obtendría en la segunda vuelta un 51,1% de los sufragios, mientras que Jara alcanzaría solo el 34,9%.
Uno de los temas centrales en esta elección es la creciente preocupación por la inseguridad ciudadana, que se ha convertido en el eje de la campaña. Según datos de la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana, más del 87% de los chilenos siente que la delincuencia ha aumentado en el último año, lo que ha puesto bajo presión a los candidatos para abordar este asunto en sus propuestas.
Kast, líder del Partido Republicano y abogado de 59 años, ha centrado su estrategia electoral en la promesa de un enfoque de mano dura contra la delincuencia y la inmigración ilegal. Propone construir cárceles de altas seguridad y reforzar las fronteras chilenas mediante la instalación de muros para controlar el ingreso de migrantes.
Por su parte, la candidata Jara, una abogada de 51 años y ministra del Trabajo hasta abril pasado, intenta atraer a los votantes que se sintieron desilusionados durante la primera ronda. Su campaña ha estado marcada por un mensaje de diálogo y unidad, incluso proponiendo medidas económicas que resalten la importancia de aliviar la carga financiera sobre los ciudadanos, como la reducción del IVA en medicamentos, una propuesta también defendida por sus oponentes.
La situación política en Chile se ha vuelto más fragmentada después de las elecciones legislativas de noviembre, donde ninguna coalición logró una mayoría absoluta. Esto ha llevado a un parlamento muy dividido, lo que podría complicar la gobernabilidad del futuro presidente, sea cual sea el resultado en diciembre.
Adicionalmente, el contexto histórico de estos comicios está marcado por la influencia de la dictadura de Augusto Pinochet, que aún reverbera en la política chilena. Kast ha sido criticado por algunos sectores por su relación con el pasado autoritario de Chile y por evadir el término «dictadura» al referirse al gobierno de Pinochet, lo que suscita preocupaciones respecto a la rehabilitación de ideologías autoritarias.
Al acercarse la fecha de las elecciones, los debates entre los candidatos se vuelven cruciales. El primero de ellos, programado para este miércoles, será un debate radial, seguido de una transmisión televisiva el próximo martes. Estas oportunidades serán decisivas para que ambos candidatos fortalezcan su mensaje ante un electorado dividido.
















