La Agrupación Deportiva Ceuta disfruta esta temporada del liderazgo silencioso y firme de Carlos Hernández, un central que se ha convertido en pieza indiscutible del esquema de José Juan Romero. El veterano zaguero jienense, conocido como el ‘Kaiser’ blanquinegro, ha alcanzado este curso un hito especial: 300 partidos en la Segunda División. A sus 35 años, lejos de mostrar desgaste, atraviesa uno de los momentos más brillantes de su carrera.
Hernández es hoy el futbolista que más minutos acumula en la plantilla ceutí y el que más disparos ha bloqueado en toda la categoría de plata. Su experiencia se ha transformado en un seguro defensivo y en un referente para un club en plena consolidación en el fútbol profesional.
“Una cifra que refleja mucho trabajo”
El central reconoce con orgullo el hito alcanzado: “Es bonito llegar a 300 partidos. Hay mucha constancia detrás de todos estos años. Qué mejor manera de hacerlo que con el Ceuta”, comenta. Su trayectoria hasta llegar a este punto ha sido extensa: Real Jaén, Zaragoza B, Sabadell, Lugo, Oviedo, Alcorcón y Eldense antes de recalar en Ceuta, donde ha vuelto a experimentar un ascenso a Segunda.
Su debut en la categoría fue inolvidable. Un Sabadell–Mallorca que terminó 4-0 y en el que incluso marcó un gol. “Llegué tarde a la pretemporada, casi sin conocer a mis compañeros. Jugué de titular y salió todo perfecto”, recuerda.
Los retos de un defensa en Segunda
Hernández explica que lo más difícil de adaptarse a Segunda no es la velocidad del juego, sino la determinación de los delanteros. Entre todos, destaca a Umar Sadiq: “Ha sido mi talón de Aquiles. Le hice dos penaltis, me marcó casi siempre. El que más me ha costado defender”.
De sus años en el Oviedo guarda recuerdos especiales, sobre todo por el ambiente en el Carlos Tartiere y la pasión de la afición. “Allí la gente es del Oviedo o del Sporting. Ser su ídolo es impresionante”.
Evolución, madurez y preparación
Con tres décadas cumplidas, Hernández reconoce que hoy es mejor jugador gracias a su madurez: “Al principio vas a todo, y no se puede. La lectura del juego lo es todo”. Su nivel físico, pese a la edad, lo atribuye al cuidado constante y a la fuerza mental: “La cabeza es lo más importante. Si estás fuerte mentalmente, preparas bien todo lo demás”.
Entre sus mejores recuerdos en Segunda destaca los derbis asturianos y los ascensos, especialmente el logrado con el Ceuta: “Aquí estoy muy a gusto. La ciudad me ha dado mucho y mis hijos nacieron hace cuatro meses”.
Referente y capitán dentro del vestuario
Convertido en capitán, agradece la confianza de JJ Romero: “Ser capitán es un respeto que hay que ganarse. Intento ser ejemplo para los jóvenes, enseñarles que se puede llegar y alargar la vida deportiva”.
En el vestuario, su papel es transmitir tranquilidad y exigencia a partes iguales. “Llegar a Segunda es difícil y hay que disfrutarla”.
Ceuta, un lugar especial
Tras vivir en numerosas ciudades, Carlos destaca la cercanía del club y el clima familiar de Ceuta: “Es acogedora, perfecta para quien tiene niños o perro. El club ha crecido muchísimo en poco tiempo”.
Respecto a la competición, advierte que la igualdad es máxima: “Hay que lograr los 50 puntos cuanto antes. La Segunda es muy larga y dura; hay que tener a los 20 jugadores enchufados”.
Un sueño que sigue vivo
Tras cumplir numerosos sueños en su carrera, uno se mantiene intacto. El propio jugador lo resume así: “Mi deseo es seguir en el Ceuta todo el tiempo que pueda. Soy muy feliz aquí. Mi sueño es seguir con el Ceuta y disfrutar de este club y de la ciudad”.















