José Manuel Cuenca, jefe de Gabinete, pidió a la consellera de Emergencias Salomé Pradas que se «quitara de la cabeza» el confinamiento de la provincia de Valencia, insistiendo en «zonificar» la emergencia pese al riesgo generalizado que alertaban los técnicos.
Nuevos detalles de la gestión de la crisis de la DANA revelan la tensión y la confusión en los momentos clave de la emergencia. Los audios y mensajes revelan que José Manuel Cuenca, jefe de Gabinete del entonces president Carlos Mazón, mantuvo un contacto directo con la exconsellera de Emergencias, Salomé Pradas, mientras Mazón permanecía ilocalizable.
La conversación, que se produjo a las 19:54 del día de la DANA, muestra la fuerte resistencia del Gabinete a las medidas más drásticas propuestas por la Conselleria ante el riesgo inminente.
Freno al confinamiento total
En un momento crítico, Pradas planteó la necesidad de decretar el confinamiento de toda la provincia de Valencia debido a la extensión del riesgo, una propuesta que fue tajantemente rechazada por Cuenca:
«Cuenca le dijo a Pradas que ‘de confinar nada’ y le pidió calma […] le llegó a decir que se quitara so de la cabeza (confinar): ‘lleva-te açó del cap’.»
Cuenca calificó de «barbaridad» confinar toda la provincia y pidió a la consellera que «zonificara» la emergencia, limitando la alerta a las comarcas más perjudicadas.
Riesgo generalizado vs. recomendación política
La consellera Salomé Pradas argumentó su postura aportando datos de riesgo, señalando que había «muy pocas zonas de la provincia donde no hubiera riesgo».
La controversia se agudizó cuando Pradas comunicó a Cuenca que los expertos reunidos en el CECOPI (Centro de Coordinación Operativa Integrada) se negaron a limitar el radio de la alerta, en alusión a que «no se mojan».
Finalmente, la alerta se envió a toda la provincia, en contra de las recomendaciones de limitación geográfica expresadas por el jefe de Gabinete, pero evidenciando que el riesgo se percibía como generalizado por los técnicos. En el curso de la conversación, Cuenca también mencionó la posibilidad de «ir al Cecopi» (la reunión de coordinación).
Este intercambio subraya la descoordinación y las presiones que se ejercieron desde la esfera política del Consell en las horas decisivas del desastre.















