El Tribunal Constitucional ha comenzado a estudiar los recursos presentados por los líderes del ‘procés’ contra la decisión del Tribunal Supremo de no aplicarles el perdón por el delito de malversación, una de las causas que motivó su condena tras el referéndum independentista de 2017. A pesar de este proceso, la orden de detención contra Carles Puigdemont sigue vigente, lo que significa que su situación judicial no sufre modificaciones inmediatas.
Los recursos, que podrían ser admitidos a trámite en las próximas semanas, buscan cuestionar la denegación de la amnistía y el alcance del perdón, y representan un paso más en la larga disputa judicial y política en torno a los líderes independentistas catalanes. La decisión del Supremo de no aplicar el indulto generó polémica política y social, y los recursos ante el Constitucional podrían reabrir el debate sobre la compatibilidad de estas medidas con la Constitución y el sistema judicial español.
Fuentes judiciales señalan que el tribunal debe analizar detalladamente los argumentos legales de los recurrentes, que incluyen alegaciones sobre vulneración de derechos fundamentales y cuestionamientos sobre la proporcionalidad de la pena frente a las decisiones políticas de los condenados. La admisión a trámite de estos recursos no implica una resolución inmediata, sino el inicio de un proceso que podría prolongarse durante varios meses.
Por su parte, la situación de Carles Puigdemont continúa siendo compleja: mientras España mantiene activa la orden de detención internacional, el expresident permanece en el extranjero, lo que limita cualquier movimiento que pudiera beneficiarle de manera inmediata respecto a la posible amnistía o perdón. La resolución del Constitucional será clave no solo para Puigdemont, sino también para el resto de líderes independentistas que participaron en el referéndum y que siguen pendientes de las decisiones judiciales sobre sus recursos y posibles indultos.
Analistas políticos advierten que este procedimiento podría tener consecuencias significativas sobre la política catalana y la relación con el Gobierno central, ya que reabre la discusión sobre los límites de la justicia y la reconciliación política en el contexto del conflicto independentista.