Rusia continúa incrementando su presión sobre Europa con nuevas herramientas de ataque híbrido, según advirtieron este martes líderes de la Unión Europea y la OTAN. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, señalaron que Moscú estaría avanzando en “investigaciones biológicas secretas” y utilizando globos meteorológicos en la frontera entre Bielorrusia y Lituania, en lo que calificaron como una “provocación”.
Von der Leyen denunció desde Estocolmo que Lituania ha sido blanco de globos meteorológicos durante tres noches consecutivas, empleados normalmente para contrabando, lo que obligó al cierre de la frontera oriental y al derribo de los globos. “No lo podemos tolerar. Es un argumento más en favor de la iniciativa de vigilancia del flanco este y del uso de drones”, afirmó la presidenta de la Comisión, en rueda de prensa junto a los jefes de Gobierno de Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia e Islandia.
Mientras tanto, la atención también se centra en los activos rusos congelados en Bélgica, cuyo uso para financiar a Ucrania sigue bloqueado por la oposición del primer ministro belga, Bart de Wever, quien considera que emplearlos sería una “confiscación”. La situación ha generado fricciones dentro de la UE, con los países del norte presionando por la liberación de esos fondos frente a la reticencia de algunos Estados a recurrir a alternativas como la emisión de deuda común.
En la Conferencia de Biotecnología de la OTAN celebrada en Bruselas, Rutte subrayó además la amenaza que representa la biotecnología militar, señalando que “Rusia ha estado realizando investigaciones biológicas secretas” y que China avanza rápidamente en aplicaciones militares de edición genética y biología sintética. Por su parte, los globos de Bielorrusia recibieron un respaldo explícito de la OTAN a Lituania, con patrullaje aéreo proporcionado actualmente por España y Hungría.
Estas alertas evidencian un aumento de la tensión en Europa, en un contexto en el que la guerra híbrida se combina con desafíos diplomáticos y económicos dentro de la Unión Europea.




