Día de alta tensión en la Comisión de Investigación del Senado. El exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ha comparecido para defender su inocencia frente a las acusaciones del Tribunal Supremo, comparando su situación con la «Inquisición». Sin embargo, la sesión ha dado un vuelco inesperado cuando Víctor de Aldama, presunto conseguidor de la trama, ha irrumpido en redes sociales para desmentir al socialista, asegurando haberle entregado personalmente un sobre con dinero en un bar frente a la sede de Ferraz.
La defensa de Cerdán: «Conjeturas convertidas en sentencia»
Santos Cerdán ha mantenido una postura de rechazo absoluto hacia las acusaciones de organización criminal, cohecho y tráfico de influencias. Durante su intervención, el exdirigente socialista ha negado cualquier vínculo con los delitos investigados:
• Sobre su patrimonio: Ha asegurado no poseer ninguna empresa ni relación contractual con Antxon Alonso.
• Sobre Aldama: Ha insistido en que «nunca» ha estado con Víctor de Aldama, tachando su testimonio judicial de «declaración falsa» para salir de prisión provisional.
• Denuncia política: Cerdán ha denunciado ser víctima de una persecución basada en «conjeturas parciales», acusando a la oposición de actuar con la lógica de un tribunal inquisitorial.
La réplica inmediata de Aldama vía Instagram
Poco después de las declaraciones de Cerdán, Víctor de Aldama ha publicado un durísimo post en Instagram donde cuestiona la memoria del socialista y aporta detalles específicos de un presunto encuentro físico:
«Esa multa fue de 15.000 euros, cantidad que le entregué personalmente en el bar situado frente a Ferraz», afirma Aldama
Según el comisionista, el encuentro se produjo tras una discusión entre Cerdán y Koldo García por un supuesto «cupo» de la trama. Aldama llega a ironizar sobre la situación financiera de Cerdán al sugerir que la entrega en efectivo se debió a que sus tarjetas «no funcionaban o carecían de fondos».
Dura crítica moral y reto judicial
Aldama no solo ha atacado la versión de Cerdán, sino que ha calificado de «moralmente repugnante» el trato del exsecretario a una senadora durante la comisión. El post finaliza con un desafío directo: «Si considera que su honor ha sido vulnerado, denúncieme sin demora».
Este cruce de acusaciones eleva el tono de un caso que ya ha puesto contra las cuerdas la estructura organizativa del PSOE y que, según las palabras de Aldama, «no ha hecho más que empezar» para Santos Cerdán.
















