La agencia espacial norteamericana ha hecho un hallazgo que pone al descubierto una instalación militar abandonada bajo el hielo de Groenlandia, y el descubrimiento reabre una vieja historia protagonizada por Dinamarca y los intereses estratégicos durante la Guerra Fría. La noticia señala que lo que había sido considerado una teoría dispersa y controvertida por investigadores y analistas geopolíticos ahora cuenta con evidencias más sólidas.
Una base militar oculta bajo el hielo
Según el informe de la NASA, las imágenes captadas con radar de alta resolución han revelado lo que parece ser la instalación subterránea conocida como Camp Century, construida en 1959. Esta base, situada en Groenlandia, habría sido parte de un proyecto militar encubierto que suponía la instalación de misiles nucleares, aprovechando la capa de hielo para ocultar su estructura.
El hallazgo muestra túneles, conductos, restos de infraestructura abandonados y un reactor nuclear ya fuera de servicio que era el corazón energético del lugar. El descubrimiento por parte de la NASA ha permitido visualizar en 3D estas estructuras, algo hasta ahora solo planteado en documentos antiguos y testimonios de época.
Dinamarca, EE.UU. y el interés estratégico en Groenlandia
Groenlandia, aunque formalmente territorio autónomo del Reino de Dinamarca, fue escenario de diversos proyectos estadounidenses durante la Guerra Fría. Dinamarca permitió la instalación de bases aéreas en la isla, aunque siempre dentro del marco del acuerdo con EE.UU. Sin embargo, los nuevos datos apuntan a que algunos de esos acuerdos habrían sido transgredidos: armas nucleares transportadas sin autorización expresa y actividades militares ocultas.
El reciente hallazgo de la NASA pone en evidencia que Dinamarca podría haber pasado décadas sin reconocer públicamente el alcance completo de esos proyectos. Además, vuelve a centrarse el interés contemporáneo por Groenlandia —no solo por su valor estratégico militar, sino también por sus recursos minerales raros, esenciales en la tecnología del siglo XXI.
Implicaciones científicas, medioambientales y geopolíticas
Este descubrimiento tiene múltiples dimensiones: por un lado, aporta datos valiosos sobre la capa de hielo de Groenlandia, lo que permite mejorar los modelos del cambio climático y predecir el deshielo con mayor precisión. Por otro, plantea cuestiones medioambientales urgentes: la base abandonada dejó residuos —combustible, aguas residuales, PCB— que podrían liberarse a medida que la capa de hielo se derrite.
En el ámbito geopolítico, el hallazgo resucita tensiones pasadas y despierta nuevas incógnitas sobre el control del Ártico y de sus recursos. Las superpotencias y potencias medias muestran cada vez más interés por la zona, tanto desde una perspectiva estratégica como económica.
¿Qué viene ahora?
Los investigadores de la NASA y otros centros colaborarán para analizar los datos radar, determinar las dimensiones exactas del complejo y planificar expediciones de campo. Las autoridades danesas también deberán emitir su postura oficial y evaluar el legado de esos proyectos. En paralelo, los expertos en política internacional seguirán el asunto para ver cómo afecta a la soberanía de Groenlandia y a los acuerdos internacionales en el entorno ártico.
La revelación de esta base bajo el hielo abre un capítulo más de lo que parecia una historia enterrada, y coloca a Groenlandia y Dinamarca en el foco de la ciencia, el clima y la geopolítica.










