Los obispos de la provincia eclesiástica de Madrid han manifestado su “dolor y perplejidad” tras conocerse la investigación que involucra al ex obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, por un presunto caso de pederastia. El Papa León XIV aceptó la renuncia de Zornoza el pasado sábado, después de que el prelado presentara su dimisión, como es obligatorio cuando los obispos cumplen 75 años, aunque no había sido aceptada hasta la llegada del nuevo pontífice.
Durante la presentación de la Memoria de Actividades 2024 de la provincia eclesiástica de Madrid, celebrada en el Espacio Ágora de la Fundación Pablo VI, el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, admitió que este caso está causando un gran desconcierto dentro de la Iglesia, especialmente porque muchos de los sacerdotes de la provincia han tenido a Zornoza como rector en el pasado. García Beltrán apeló a la presunción de inocencia y pidió no condenar a nadie «en la plaza pública» antes de que se resuelva el caso en los tribunales. El obispo de Getafe también destacó que la Iglesia está colaborando plenamente en la investigación y está a la espera de los resultados.
El vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española y cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, se sumó a las palabras de García Beltrán, expresando que este caso está siendo vivido “con dolor y perplejidad” en el seno de la Iglesia. Cobo insistió en la necesidad de respetar la presunción de inocencia y mostró su apoyo al denunciante, subrayando la importancia de que el proceso judicial siga su curso.
Por su parte, el obispo de Alcalá de Henares, Antonio Prieto Lucena, hizo hincapié en el esfuerzo de la Iglesia por mejorar la formación de los agentes pastorales y la implementación de protocolos de actuación para evitar situaciones como la que ahora se investiga. “Se está haciendo un trabajo serio, aunque siempre mejorable”, señaló.
Acusaciones y defensa del ex obispo de Cádiz
La investigación por abusos sexuales a menores en contra de Zornoza se remonta a los años 90, cuando era sacerdote en Getafe. El denunciante, que en la actualidad tiene 40 años, ha relatado en una carta cómo Zornoza le habría abusado entre los 14 y los 21 años, accediendo a su habitación por las noches, acariciándolo, besándolo y realizando tocamientos en zonas íntimas. El denunciante describió cómo intentó varias veces señalar que lo que ocurría no estaba bien, pero que Zornoza lo convenció de que era una amistad “íntima”. Además, el joven confesó su homosexualidad a Zornoza cuando alcanzó la mayoría de edad, y el entonces sacerdote lo llevó a una terapia de conversión para “curar” su orientación sexual.
El ex obispo de Cádiz ha defendido su inocencia y suspendió temporalmente sus actividades mientras se lleva a cabo la investigación y se atiende su tratamiento para un cáncer agresivo. Zornoza aceptó la renuncia de su puesto con “paz y fe”, y enfrentará las acusaciones con “serenidad y confianza en Dios”. Considera que las acusaciones en su contra son “injustas y falsas”.
Acciones en el ámbito eclesiástico y futuro de la diócesis
La Conferencia Episcopal Española, mientras tanto, ha designado a monseñor Ramón Darío Valdivia, obispo auxiliar de Sevilla, como administrador apostólico de la Diócesis de Cádiz y Ceuta hasta que se resuelva la situación. La Iglesia ha reiterado que apoyará tanto a la víctima como a las partes involucradas en este delicado proceso.
En el ámbito eclesiástico, se subraya la importancia de continuar con los esfuerzos para establecer protocolos eficaces que eviten que situaciones como esta se repitan en el futuro, mientras se espera que la investigación avance y que el proceso judicial se lleve a cabo con transparencia.










