Hans Granlund, jefe de Estado Mayor del Grupo de la OTAN en el Báltico, advirtió que las lecciones que Rusia esté aprendiendo en la guerra contra Ucrania podrían aplicarse en un futuro contra los países aliados. Granlund, responsable de coordinar las actividades navales de la OTAN en la región, subraya la importancia de mantener una preparación defensiva sólida ante posibles amenazas.
El coronel sueco, que desempeñó funciones como agregado militar en Kiev durante los años de la invasión rusa (2023-2025), afirma que la guerra en Ucrania combina aspectos de conflictos históricos como la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Según Granlund, la experiencia ucraniana evidencia la urgencia de fortalecer la disuasión en Europa después de décadas de relativa paz.
“Necesitamos estar preparados para que todo lo que Ucrania haga contra Rusia ahora, en algún momento, Rusia lo intente contra nosotros”, señaló. A pesar de un enfoque preventivo, el jefe de Estado Mayor reconoce que Rusia ve a Europa como un enemigo y mantiene objetivos estratégicos que deben ser tomados en serio.
Granlund dirige la iniciativa Baltic Sentry, lanzada en enero de 2025 para proteger la infraestructura submarina crítica del Báltico, incluyendo cables de energía y telecomunicaciones, vulnerables a sabotajes. Según el oficial, la presencia reforzada de la OTAN ha evitado nuevos incidentes, demostrando la eficacia de la operación.
Además de la protección de infraestructuras, Granlund resalta la coordinación diaria entre las ocho naciones aliadas que operan en el Báltico, optimizando patrullas y cubriendo más terreno sin duplicar esfuerzos. La colaboración permite reaccionar de manera rápida frente a barcos sospechosos vinculados a Rusia, sin escalar conflictos innecesarios.
“Con Centinela Báltico y Centinela Este, podemos proteger tanto la infraestructura crítica como la integridad territorial. Lo importante es que los aliados trabajen juntos para disuadir cualquier amenaza, manteniendo la paz y la estabilidad en la región”, concluyó Granlund.





