La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha publicado su último informe sobre la evolución de la economía española, donde proyecta un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 2,9% para este año. Esta cifra representaría un incremento importante respecto a la previsión anterior de 2,6%, lo que refleja una creciente confianza en la recuperación del país.
Este informe, que se dio a conocer el miércoles, señala que el crecimiento económico en España ha sido «robusto y resiliente» en los últimos años. Entre los factores que han impulsado este crecimiento se encuentran el aumento del empleo y el consumo privado, la recuperación del sector turístico y las inversiones provenientes de los fondos europeos, además del incremento del gasto por parte del Gobierno.
La OCDE también ha elevado sus previsiones económicas para el próximo año, estimando un crecimiento del 2,2%. Este es un indicativo positivo para la economía española, pues la mejora en las estimaciones subraya la confianza de la OCDE en la capacidad de España para mantener una trayectoria de crecimiento a pesar de los desafíos estructurales que enfrenta.
A pesar del optimismo, el informe advierte que son necesarias reformas estructurales para elevar el PIB per cápita y fortalecer la sostenibilidad fiscal del país. La organización alerta sobre el riesgo asociado al aumento del gasto en pensiones, que podría poner presión sobre las finanzas públicas si no se gestionan adecuadamente.
En su análisis, la OCDE resalta que el desempleo en España sigue siendo uno de los más altos de la Unión Europea, así como el bajo crecimiento de la productividad, lo cual limita la convergencia de ingresos con otros países avanzados. Por ello, el informe indica que se requieren estrategias a medio plazo que impulsen el crecimiento y refuercen la sostenibilidad fiscal.
La OCDE señala que para mejorar el PIB per cápita, es esencial implementar reformas estructurales que fomenten una mayor productividad y, a su vez, aborden los desafíos del rápido envejecimiento de la población. La organización prevé que la relación entre personas mayores y la población trabajadora aumente significativamente hacia el año 2054, lo que podría tener un efecto negativo en la oferta laboral y las presiones fiscales.
Asimismo, la OCDE insta a España a potenciar el empleo de los trabajadores senior y a fomentar una mayor migración como parte de una estrategia para neutralizar la desaceleración económica y mejorar la configuración del mercado laboral.
El informe concluye que para afrontar las futuras presiones fiscales y garantizar el crecimiento sostenido, es fundamental que el Gobierno mantenga una política fiscal coherente y creíble a medio plazo, abordando la necesidad de una consolidación gradual del déficit y la optimización de la deuda pública.








