El Manchester City goleó al Burnley por 5-1 en la Premier League, pero la ausencia de Rodri Hernández llamó la atención de todos. El centrocampista español, que hace poco más de un año sufrió la rotura del ligamento cruzado, no estuvo ni siquiera en el banquillo.
Tras el encuentro, Pep Guardiola despejó las dudas sobre el estado de su jugador. “En el entrenamiento, Rodri me dijo: ‘No puedo jugar. Tengo mucho dolor en mi rodilla, no puedo jugar’. Le respondí: ‘Si no puedes, no juegas, otro jugará’”, confesó el técnico catalán.
La dolencia afecta a la misma rodilla que le mantuvo ocho meses alejado de los terrenos de juego, desde aquel fatídico Manchester City – Arsenal en el que, en el minuto 16, Rodri sufrió la lesión que marcó su carrera. Tras superar el calvario, regresó en abril ante el Bournemouth, pero ahora las molestias reabren la preocupación en el vestuario citizen.
Guardiola optó por confiar en otro español, Nico González, quien ocupó el lugar de Rodri en el once inicial. Sin embargo, estas declaraciones del técnico siembran dudas de cara al próximo compromiso europeo: el partido de Champions League del miércoles en Mónaco.
“Cuando pasas por este proceso, el único objetivo es volver a disfrutar”, dijo recientemente Rodri, en referencia a su recuperación. Ahora, el jugador y el club esperan que las molestias no supongan un nuevo parón en su carrera.