Pedro Sánchez viaja este jueves a Ceuta para inaugurar la nueva estación marítima del Puerto mientras la empresa responsable de la obra, Acciona, sigue cercada por las investigaciones de la UCO por su presunta implicación en el pago de comisiones ilegales a la red vinculada a Santos Cerdán. El presidente del Gobierno estrenará la infraestructura por valor de 16,5 millones de euros en un contexto marcado por graves sospechas sobre el proceso de adjudicación.
El acto se celebrará a las 12:30 horas con la presencia del presidente ceutí, Juan Vivas, y la delegada del Gobierno, Cristina Pérez. La terminal comenzará a operar el 2 de diciembre y fue diseñada por el estudio Antón-Pacheco, que ha agradecido a la Autoridad Portuaria de Ceuta, Ineco y Acciona su papel en la ejecución de la obra.
Sin embargo, la inauguración llega empañada por el informe de la Guardia Civil, que sitúa a Acciona en una operativa presuntamente diseñada para garantizar a Servinabar —empresa asociada a la trama atribuida a Cerdán— un 2% de cada adjudicación de obra pública, pese a que su intervención real fuese «nula o insignificante». Entre 2015 y 2025, los movimientos económicos entre ambas compañías habrían generado 6,7 millones de euros, que suponen más del 75% de los ingresos de la sociedad investigada.
Estas cifras, según la UCO, evidencian un flujo económico difícil de justificar y que será analizado por el Tribunal Supremo para determinar si responde a servicios legítimos o a un sistema de comisiones encubiertas.
A ello se suma la relación previa entre Acciona y la cátedra dirigida por Begoña Gómez. La esposa del presidente del Gobierno reconoció que la empresa contó con ella para formar a sus profesionales e incluyó su logo entre los colaboradores, un vínculo que ahora vuelve a estar bajo escrutinio.
La escena de Sánchez inaugurando una obra adjudicada a la multinacional en el centro de un escándalo de presunta corrupción añade tensión política y alimenta las críticas sobre los criterios de adjudicación durante su mandato.









