El santoral católico de este jueves 20 de noviembre tiene como protagonista a San Edmundo, rey de Anglia Oriental, recordado como monarca justo y mártir por su fidelidad a la fe. Junto a él, el calendario litúrgico recuerda también a San Félix de Valois y a los mártires Adventor, Octavio y Solutor de Turín, entre otros santos que hoy celebran su onomástica en España.
San Edmundo, rey justo y mártir
San Edmundo fue rey de Anglia Oriental en el siglo IX. La tradición cuenta que subió al trono siendo muy joven y que destacó por su sentido de la justicia, su cercanía a los más humildes y su vida de oración. No sólo gobernó con prudencia, sino que trató de vivir su cargo como un servicio, poniendo la dignidad de las personas por delante de los intereses del poder.
Durante las incursiones de los daneses, Edmundo fue hecho prisionero. Le ofrecieron salvar la vida a cambio de renegar de su fe cristiana, pero se mantuvo firme. Por ello fue torturado y finalmente asesinado, convirtiéndose en mártir. Con el paso del tiempo, su tumba se transformó en lugar de peregrinación y su figura se consolidó como símbolo de valentía, coherencia y fidelidad al Evangelio hasta las últimas consecuencias.
Hoy, quienes llevan el nombre Edmundo celebran su santo, y muchas comunidades recuerdan su ejemplo como una invitación a vivir con rectitud incluso en tiempos de dificultad.
San Félix de Valois, misericordia para los cautivos
Otro de los grandes nombres de este 20 de noviembre es San Félix de Valois, cofundador, junto a San Juan de Mata, de la Orden de la Santísima Trinidad para la Redención de Cautivos. Esta familia religiosa nació con una misión muy concreta: rescatar a los cristianos que eran hechos prisioneros y esclavizados en conflictos y guerras.
Félix de Valois encarna una santidad profundamente ligada a la misericordia y la libertad. Su vida invita a mirar hoy a quienes siguen “cautivos” de otras formas: personas atrapadas por la pobreza, las adicciones, la violencia o la soledad, y a preguntarse qué podemos hacer para ayudarles a recuperar su dignidad.
Los mártires Adventor, Octavio y Solutor de Turín
El santoral de este día recuerda también a San Adventor, San Octavio y San Solutor de Turín, tradicionalmente vinculados a la Legión Tebea. Según la tradición, fueron soldados que, por mantenerse fieles a Cristo y negarse a participar en prácticas contrarias a su fe, terminaron dando la vida.
Su memoria subraya un mensaje que atraviesa los siglos: la fe no es sólo una idea, sino una forma de vivir que, en ocasiones, puede exigir coraje y resistencia frente a la presión del entorno.
Otros santos que se recuerdan este 20 de noviembre
Además de San Edmundo, San Félix de Valois y los mártires de Turín, el santoral de este 20 de noviembre recoge la memoria de otros santos y beatos:
- San Ampelo, mártir.
- San Basilio de Antioquía, mártir de los primeros siglos del cristianismo.
- San Bernwardo de Hildesheim, obispo que trabajó por la reforma eclesial y la vida monástica.
- San Nerses, obispo.
- San Octaviano, mártir.
- San Teonesto de Verceli, mártir, vinculado a las primeras comunidades cristianas.
- Beata María Fortunata Viti, religiosa benedictina, ejemplo de vida humilde, silenciosa y entregada a la oración y al trabajo cotidiano.
Esta lista muestra la diversidad de vocaciones: reyes, soldados, obispos, religiosos y laicos que, desde lugares y épocas muy diferentes, vivieron su fe con coherencia.
Un día para felicitar… y para reforzar la esperanza
Este jueves 20 de noviembre es un buen momento para felicitar a quienes se llaman Edmundo, Félix, Basilio, Nerses, Ampelio, María Fortunata y a quienes sienten una especial devoción por alguno de los santos de este día.
Pero el santoral es algo más que un listado de nombres: es una invitación a dejarse inspirar por historias reales de entrega, justicia, misericordia y fidelidad. San Edmundo recuerda que el poder puede vivirse como servicio; San Félix de Valois, que la fe se traduce en gestos concretos de liberación y ayuda; y los mártires de Turín, que la coherencia interior tiene un valor incalculable.
Con un mensaje, una llamada, una oración o un gesto de solidaridad hacia alguien que lo esté pasando mal, el 20 de noviembre puede convertirse en algo más que una fecha en el calendario: una oportunidad para vivir, a pequeña escala, los valores que estos santos encarnaron.










