El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó este martes 2 de diciembre su retórica contra la inmigración procedente de Somalia durante una reunión de gabinete en la Casa Blanca. El mandatario aseguró que no desea más inmigrantes somalíes en el país y vinculó su postura a cuestiones de seguridad nacional, en el marco de una nueva operación contra inmigrantes en situación irregular en Minneapolis, Minnesota.
“Estamos en un punto de inflexión”, declaró Trump ante la prensa, advirtiendo que Estados Unidos “tomaría un mal rumbo” si continúa permitiendo la entrada de personas procedentes de países que, en su opinión, no aportan beneficios a la nación. Sus declaraciones se produjeron horas antes de que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) desplegaran un amplio operativo en la zona metropolitana de Minneapolis–St. Paul.
Operación contra inmigrantes somalíes
De acuerdo con fuentes oficiales, unos 100 agentes federales han sido movilizados desde diferentes puntos del país para participar en la redada, cuyo objetivo principal es localizar y detener a inmigrantes somalíes que cuentan con órdenes de deportación pendientes.
El área de Minneapolis–St. Paul alberga la mayor comunidad somalí-estadounidense del país. La mayoría de sus integrantes son ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes legales, aunque las autoridades reconocen también la presencia de un número no determinado de personas en situación irregular.
Tras el tiroteo en Washington
El endurecimiento del discurso migratorio del presidente se produce pocos días después del tiroteo registrado el pasado 26 de noviembre en las inmediaciones de la Casa Blanca, en el que murió la joven guardia nacional Sarah Beckstrom, de 20 años, y resultó gravemente herido su compañero Andrew Wolfe, de 24.
El autor del ataque fue identificado como Rahmanullah Lakanwal, un ciudadano afgano de 29 años que había recibido asilo recientemente en Estados Unidos. Lakanwal había colaborado anteriormente con la CIA durante la Operación Libertad Duradera en Afganistán, lanzada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Un día después del ataque, Trump aseguró en sus redes sociales que planea “suspender de forma permanente la migración procedente de países del Tercer Mundo” y que su administración trabaja para ampliar la lista de naciones sujetas a prohibiciones de entrada al país.
Acusaciones previas contra miembros de la comunidad somalí
Trump ya había dirigido críticas a la comunidad somalí de Minnesota en septiembre, tras la acusación de varios ciudadanos somalíes por un presunto fraude contra la Seguridad Social. Según los fiscales federales, los implicados habrían creado empresas ficticias que recibían fondos públicos destinados a servicios sanitarios que nunca fueron prestados.













