Izquierda Unida (IU) ha expresado su intención de acelerar el proceso de confluencia de las fuerzas progresistas de cara a las próximas elecciones generales, sin esperar necesariamente a que Podemos se sume al proyecto. Así lo ha manifestado el coordinador federal de la formación, Antonio Maíllo, durante unas declaraciones en las que ha insistido en la necesidad de definir cuanto antes una alianza amplia que permita “evitar la entrada de la extrema derecha en el Gobierno”.
Maíllo ha subrayado que el momento político exige “responsabilidad y generosidad” entre las distintas fuerzas de la izquierda, y ha apelado a priorizar los puntos comunes sobre las diferencias internas. “La ciudadanía progresista necesita una alternativa sólida y unida que frene el avance reaccionario”, ha señalado el dirigente de IU, quien considera que la fragmentación electoral podría debilitar el bloque progresista frente a la derecha y la ultraderecha.
En este contexto, IU trabaja para construir un frente político amplio que integre a formaciones sociales, ecologistas y feministas, además de partidos regionales afines. Aunque la organización mantiene abiertas las puertas al diálogo con Podemos, desde la dirección federal se recalca que no se puede demorar más la definición de una estrategia común.
“El reloj electoral corre y la sociedad demanda certezas”, advirtió Maíllo, insistiendo en que el objetivo principal debe ser mantener un Gobierno de progreso y “profundizar en las políticas sociales y ecológicas que el país necesita”.




