La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) plantea, entre otras, el diseño de «una redistribución de las personas, equitativa y solidaria entre todas las Comunidades Autónomas para evitar situaciones de sobreocupación en las Islas» o «reactivar los traslados a la Península de forma ágil e inmediata, generando de forma estable un procedimiento de traslados periódicos y sistematizados para evitar un funcionamiento de forma reactiva e improvisada»
Debido al «importante aumento de llegadas de personas migrantes a Canarias procedentes de África», la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha propuesto un paquete de seis medidas que ayuden a lidiar con el «drama humanitario» que está suponiendo la reactivación de la ruta marítima de Canarias, una de las más peligrosas del mundo y donde, en lo que llevamos de año, ya han muerto más de 400 personas.
En primer lugar, CEAR propone la puesta en marcha de un «Centro de Atención Temporal a Extranjeros (CATE) como espacio de identificación y registro en las llegadas, donde se garantice la asistencia letrada y de intérprete, así como la atención sanitaria necesaria con el fin de que las personas sean derivadas en el plazo máximo de 72 horas a los servicios de acogida y ayuda humanitaria previstos» y de un «Centro de Acogida de Emergencia y Derivación (CAED) que permita gestionar los traslados de forma ordenada, favoreciendo la identificación de perfiles de vulnerabilidad para dar una respuesta de acogida y atención acorde a sus necesidades». En adición a estas dos instalaciones, la Comisión demanda que se garantice «el acceso al procedimiento de asilo a toda persona que así lo manifieste a su llegada, así como el principio de no devolución» y que se procure «una estructura estable de acogida, contando con instalaciones públicas que refuercen la actual red de plazas de acogida humanitaria y de emergencia».
Por último, CEAR plantea que se reactiven «los traslados a la Península de forma ágil e inmediata, generando de forma estable un procedimiento de traslados periódicos y sistematizados para evitar un funcionamiento de forma reactiva e improvisada», medida que se complementaría con el diseño de «una redistribución de las personas, equitativa y solidaria entre todas las Comunidades Autónomas para evitar situaciones de sobreocupación en las Islas».









