El Bayern de Múnich volvió a demostrar por qué es, hoy por hoy, el equipo más en forma de Europa. Los de Vincent Kompany se impusieron 1-2 al Paris Saint-Germain en el Parque de los Príncipes, logrando pleno de victorias esta temporada, en un duelo que dejó al conjunto parisino no solo sin puntos, sino también con la preocupación por la grave lesión de Achraf Hakimi.
El campeón francés vivió una noche aciaga desde el inicio. Dormido en el arranque, el PSG fue arrollado por la intensidad del Bayern, que golpeó primero gracias a un tanto de Luis Díaz tras un rechace de Gnabry. El colombiano, protagonista absoluto del partido, firmó también el segundo tanto tras un error de Marquinhos, evidenciando la superioridad bávara durante una primera mitad de dominio total.
Sin embargo, el encuentro dio un giro inesperado justo antes del descanso. Luis Díaz, en una acción imprudente, realizó una dura entrada sobre Achraf que terminó con el lateral marroquí entre lágrimas y retirado del campo con evidentes gestos de dolor. El árbitro no dudó en mostrar la tarjeta roja al jugador del Bayern, que pasó de héroe a villano en cuestión de minutos.
Con un futbolista más, el PSG reaccionó tras el descanso. Luis Enrique movió el banquillo y dio entrada a Gonçalo Ramos, que cambió el aire del ataque parisino. Joao Neves recortó distancias con un gran remate, y el campeón de Europa rozó el empate en varias ocasiones. Pese al empuje final, el Bayern resistió como pudo ante el asedio local y terminó celebrando una victoria de prestigio que refuerza su candidatura al título.
Mientras tanto, la preocupación en París se centra en el estado físico de Achraf, pieza clave en el esquema de Luis Enrique. Las primeras imágenes del marroquí abandonando el césped entre lágrimas no invitan al optimismo.




