El estadio Santiago Bernabéu del Real Madrid se prepara para acoger este domingo un evento histórico: el primer partido de la NFL en España, que enfrentará a los Washington Commanders y los Miami Dolphins a partir de las 15:30 (Cuatro y DAZN). La liga estadounidense considera este encuentro como “una mini Super Bowl en un estadio icónico”, según Peter O’Reilly, vicepresidente ejecutivo y responsable de expansión internacional.
El nuevo Bernabéu fue diseñado no solo para el fútbol, sino como un espacio multidisciplinar capaz de albergar conciertos, eventos culturales y deportivos durante todo el año. Esta flexibilidad ha permitido adaptar el estadio a las necesidades del fútbol americano, un deporte con dimensiones de campo distintas al fútbol tradicional.
Adaptaciones en el terreno de juego
El césped del Bernabéu mide 105 metros de largo por 68 de ancho, mientras que un campo estándar de la NFL es de 110 metros de largo por 49 de ancho, considerando las zonas de anotación. Esto ha implicado ajustes en la disposición de las gradas y los laterales, que se están preparando para albergar los grandes banquillos que requiere el fútbol americano.
El cuidado del césped es otra de las prioridades. Deportes de contacto como el fútbol americano generan un mayor desgaste sobre la superficie, por lo que el Real Madrid decidió programar sus próximos cinco partidos fuera de casa para permitir que el terreno de juego se recupere. El estadio cuenta además con un hipogeo preparado para labores de mantenimiento que se aprovechará tras el evento.
Actividades previas y fan zones
El Madrid Game traerá además un conjunto de actividades para los aficionados: la tienda oficial de la NFL abrirá de viernes a domingo; Wilson, fabricante del balón oficial, inaugurará un mini campo en Príncipe Pío; y la academia oficial de la NFL realizará partidos amistosos en Vallehermoso. Los seguidores de Dolphins y Commanders contarán con fan zones en Plaza de España y pubs emblemáticos de la ciudad.
Con estas adaptaciones, el Bernabéu reafirma su apuesta por convertirse en un estadio capaz de albergar cualquier evento de talla internacional, desde un concierto hasta un partido histórico de la NFL.







