Con una bandera boliviana en la mano derecha y saludando a sus simpatizantes con la izquierda, la ex presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, recuperó este jueves su libertad después de casi cinco años de reclusión. Su salida de la cárcel de Miraflores se produjo 48 horas antes de la investidura del nuevo mandatario, Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC).
“Se tuvo que ir el monstruo para que yo vuelva a la vida”, declaró Áñez emocionada ante decenas de seguidores que la esperaban a las puertas del penal. El “monstruo”, según sus palabras, representaba al Gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), al ex presidente Evo Morales y al mandatario saliente Luis Arce, quienes, asegura, impulsaron su encarcelamiento por motivos políticos.
La liberación de Áñez se concretó un día después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) anulara la condena de 10 años de prisión que pesaba sobre ella por los sucesos de 2019, cuando asumió la presidencia tras la renuncia y exilio de Morales, en medio de denuncias de fraude electoral.
Con su excarcelación, Áñez se convierte en la última figura opositora detenida en recuperar la libertad, tras las recientes salidas del gobernador cruceño Luis Fernando Camacho y del líder cívico potosino Marco Antonio Pumari, ambos acusados de participar en un presunto “golpe de Estado” que, según la ex mandataria, “nunca existió




