El Tromboembolismo Pulmonar (TEP) es un cuadro clínico grave que se produce cuando un coágulo bloquea una de las arterias que transportan sangre desde el corazón a los pulmones. Este «tapón» arterial compromete la oxigenación y fuerza al corazón a un sobreesfuerzo, pudiendo ser potencialmente mortal. La mayoría de los coágulos se originan en las venas profundas de las piernas, y la inmovilización es uno de sus principales factores de riesgo.
El Tromboembolismo Pulmonar (TEP), más conocido por sus siglas TEP, aparece cuando un coágulo bloquea de forma parcial o total una de las arterias que llevan la sangre desde el corazón hasta los pulmones. Ese «tapón» impide que una parte del pulmón reciba la sangre venosa que necesita para oxigenarse, lo que puede desencadenar un cuadro grave que afecta no solo al sistema respiratorio, sino también al corazón.
Causa y mecanismo
La mayor parte de los trombos que causan un TEP no se forman en los pulmones, sino en las venas profundas de las piernas. Desde ahí viajan por la circulación hasta llegar al ventrículo derecho del corazón, que los impulsa hacia la arteria pulmonar. Cuando el coágulo queda atrapado en este punto crítico, se interrumpe el flujo sanguíneo y aparece la sintomatología característica. También existen casos menos frecuentes en los que el tromboembolismo está causado por aire o grasa, aunque representan una minoría.
El problema es doblemente grave: el corazón continúa intentando bombear sangre hacia una arteria obstruida, lo que eleva la presión en su interior y puede comprometer la función del ventrículo derecho. Para el paciente, esto se traduce en un descenso del oxígeno disponible y un esfuerzo cardíaco adicional.
Factores de riesgo clave
Existen situaciones muy concretas que favorecen la aparición de estos coágulos:
- Inmovilización prolongada: Reposo en cama, fracturas, operaciones recientes (especialmente si afecta a las extremidades inferiores). Permanecer sentado durante más de ocho horas en viajes largos reduce la circulación sanguínea, creando un entorno propicio para la formación de trombos.
- Hipercoagulabilidad: Una condición que provoca que la sangre se coagule con más facilidad. Puede deberse a causas genéticas (como el factor V Leiden) o adquirirse por razones como el embarazo o la toma de anticonceptivos orales (fumar en estos casos multiplica el riesgo).
- Otras condiciones: Cáncer y algunos tratamientos de quimioterapia, la obesidad y el consumo habitual de tabaco.
Síntomas de alerta frecuentes
El TEP puede manifestarse de formas distintas según el tamaño del coágulo, pero los síntomas más comunes que requieren atención médica inmediata son:
- Falta de aire repentina: Puede aparecer tanto en reposo como con actividad leve.
- Dolor torácico punzante y episodios de mareo o incluso desvanecimiento.
- Síntomas severos: En situaciones más graves puede aparecer fiebre y tos con sangre, especialmente cuando se produce un infarto pulmonar (cuando una parte del tejido pulmonar deja de recibir riego y se necrosa).
Cuando el trombo es muy grande y obstruye la arteria pulmonar principal, el desenlace puede ser fatal si no se actúa con rapidez.
Tratamiento y seguimiento
El objetivo del tratamiento inicial es estabilizar al paciente y evitar que el coágulo siga comprometiendo la circulación.
- Fase aguda: La primera elección son los anticoagulantes administrados por vía subcutánea o intravenosa, siendo la heparina el fármaco de referencia.
- Casos críticos: En pacientes cuyo estado es crítico, se pueden emplear medidas más específicas como la fibrinólisis (para disolver el coágulo con rapidez) o la colocación de un filtro en la vena cava para bloquear futuros trombos antes de que lleguen al pulmón.
- Seguimiento: Tras la fase aguda, el tratamiento continúa en casa con anticoagulantes orales durante al menos tres meses, periodo que puede ampliarse o mantenerse de por vida si el historial clínico así lo justifica.
El Tromboembolismo Pulmonar es una patología de riesgo que ha estado recientemente en el ámbito público, por ejemplo, al afectar a figuras de la cultura como el músico Robe Iniesta, fundador de Extremoduro, cuya noticia de fallecimiento se ha conocido recientemente tras haber tenido que suspender su gira en noviembre de 2024 debido a un diagnóstico de TEP.
















