Marruecos registró durante 2025 una de las mayores presiones migratorias en su frontera con Argelia de los últimos años. Según datos difundidos por una Organización de Derechos Humanos en un seminario celebrado en Rabat, cerca de 6.000 migrantes procedentes de territorio argelino entraron al país, una cifra considerada “sin precedentes” y que refleja profundos cambios en los flujos migratorios regionales.
La mayoría de estas personas provienen de países árabes y africanos, entre ellos Sudán, cuya población representó más del 75% de las llegadas. Del total contabilizado, las mujeres supusieron el 10%, mientras que los menores no acompañados alcanzaron un preocupante 35%, un indicador de la creciente vulnerabilidad de quienes emprenden estas rutas.
Centros desbordados y solicitudes de protección internacional
Los centros administrativos que la organización gestiona en Uchda, Nador, Tánger, Casablanca, Rabat y Agadir atendieron a alrededor de 5.000 migrantes, mientras que las estimaciones anuales sitúan en unos 6.000 el número total de migrantes y solicitantes de asilo llegados al país.
En colaboración con ACNUR, la entidad anunció que este año remitió 4.380 solicitudes de asilo de ciudadanos procedentes de Guinea, Nigeria, Camerún, Malí, Sudán, Somalia, Etiopía y Eritrea. Además, intervino para evitar deportaciones de personas sin documentación en el momento de su detención, asistió a 49 refugiados para impedir su traslado forzoso y acompañó a 1.190 personas en la obtención de tarjetas de asilo.
Integración precaria y riesgo de discriminación
El informe destaca que un porcentaje significativo de los migrantes trabaja en condiciones precarias, principalmente en la agricultura de las regiones de Sus-Masa y Berkan, así como en la construcción, el sector informal y el servicio doméstico. La organización insistió en la necesidad de garantizar sus derechos básicos y reforzar la lucha contra la discriminación.
Recomendaciones finales
El documento incluye varias propuestas para mejorar la situación migratoria en el país, entre ellas:
- La despenalización de la inmigración irregular.
- El fortalecimiento de la protección de mujeres y menores víctimas de trata.
- La creación de un mecanismo nacional para investigar casos de desaparición y ahogamientos de migrantes.
Con estos datos, la organización alerta de que Marruecos continúa consolidándose como un punto clave de tránsito migratorio, pero advierte de la urgencia de reforzar la respuesta humanitaria y legal ante el aumento de llegadas y la creciente vulnerabilidad de los migrantes.














