El nombramiento de Teresa Peramato como nueva fiscal general del Estado ha generado reacciones contrapuestas en el panorama político y en el ámbito fiscal. El Partido Popular ha acogido la propuesta con “toda la cautela”, mientras que Sumar ha celebrado la decisión, enmarcándola en la defensa del anterior fiscal general, Álvaro García Ortiz.
El secretario general del PP, Miguel Tellado, advirtió este martes de que el nombramiento exige máxima vigilancia para comprobar si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “sigue creyendo que la Fiscalía es ‘su’ Fiscalía” y si continuará “utilizándola políticamente”, como sostiene que ocurrió durante la etapa de García Ortiz. El ya ex fiscal presentó su renuncia el lunes y el Ejecutivo tiene previsto aceptarla en el Consejo de Ministros de este martes.
Desde Sumar, la valoración ha sido diametralmente opuesta. La formación ha aplaudido la elección de Peramato y ha aprovechado para reivindicar nuevamente la figura de García Ortiz, asegurando que éste fue objeto de “una condena injusta contra un hombre inocente”, según expresa el comunicado remitido a los medios.
En el ámbito profesional, la Asociación de Fiscales (AF), mayoritaria en la carrera, ha considerado “imprescindible” el relevo al frente de la Fiscalía General del Estado. Además, ha instado a Peramato a centrarse en la recuperación de la imagen del ministerio público y a “cuidar de su imparcialidad” en esta nueva etapa.
Con estas reacciones, la llegada de Teresa Peramato abre un periodo de transición marcado por la exigencia de neutralidad institucional y el debate político en torno al papel de la Fiscalía.










