Juan Francisco Pérez Llorca, candidato del PP a presidir la Generalitat Valenciana tras la dimisión de Carlos Mazón, inició este jueves su pleno de investidura con un discurso en el que combinó llamados a la unidad con claros guiños a la agenda de Vox.
El aún síndic del grupo popular defendió un “pacto de Las Corts” al servicio de la Comunidad Valenciana y subrayó la necesidad de continuar con el cambio político iniciado en 2023. Reivindicó logros del PP en vivienda, educación, dependencia y recaudación tributaria, así como la bajada de impuestos y la mejora de cifras de empleo.
Entre los gestos hacia Vox, Pérez Llorca criticó el Pacto Verde Europeo, al que calificó como “una amenaza para nuestros agricultores”, y defendió la continuidad de la central nuclear de Cofrentes para garantizar el suministro energético y la estabilidad del precio de la luz.
El candidato popular también centró parte de su discurso en la inmigración, calificándola como un “problema real que no podemos esconder”. Afirmó que “ningún menor va a estar mejor que con sus familias” y criticó la normativa del Gobierno central sobre menores migrantes no acompañados. En línea con las demandas de Vox, Pérez Llorca aseguró que impulsará medidas para que estos menores “vuelvan con sus familias y tengan una oportunidad de futuro” dentro de un marco legal y ordenado.
Asimismo, defendió controles eficaces para la gestión de la inmigración y la integración de quienes lleguen a la Comunitat Valenciana, asegurando que “no se trata de ideología, sino de proteger un marco de convivencia” y mantener los valores de igualdad, libertad y dignidad.
El discurso de investidura de Pérez Llorca marca, según los analistas, un intento de equilibrar la unidad política con los guiños a la extrema derecha, necesarios para garantizar su investidura, que podría requerir incluso una segunda votación si no logra el respaldo completo de Vox.
















