En medio del debate político sobre el papel de la educación privada en España, varios dirigentes de alto perfil han optado por escolarizar a sus hijos en centros privados. Según ha trascendido, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha enviado a su hija a una universidad católica de pago.
Por su parte, los exlíderes de Podemos, Pablo Iglesias e Irene Montero, también habrían elegido un colegio privado para sus hijos.
Estas decisiones personales se producen en un momento en que el Gobierno mantiene una postura crítica hacia la enseñanza concertada y privada, defendiendo el fortalecimiento del sistema público.
La elección de centros educativos privados por parte de figuras públicas ha reavivado el debate sobre la coherencia entre las políticas defendidas desde el ámbito político y las decisiones personales relacionadas con la educación de sus familias.
 
			 
					




 
							