Un terremoto de magnitud 5,7 ha afectado este martes a la prefectura de Kumamoto, en el suroeste de Japón. Aunque no se han reportado víctimas hasta el momento, algunos edificios han sufrido daños y varios objetos han caído de las estanterías, según testimonios de residentes. Las autoridades japonesas ya han comenzado a evaluar los daños.
Este martes, 25 de noviembre de 2025, un terremoto de magnitud 5,7 sacudió la prefectura de Kumamoto, en el suroeste de Japón, causando una gran conmoción en la zona. Según la Agencia Meteorológica de Japón, el temblor se produjo a las 18:01 hora local (09:01 GMT) y tuvo una profundidad de aproximadamente 10 kilómetros. El sismo fue registrado con un 5 alto en la escala cerrada japonesa de 7 niveles, que evalúa la intensidad destructiva del temblor.
A pesar de la intensidad del seísmo, hasta el momento no se han registrado víctimas ni daños significativos. Sin embargo, varios residentes de la zona han informado a la cadena pública japonesa NHK que algunos edificios temblaron con fuerza y que varios objetos cayeron desde las estanterías, lo que indica el impacto que el terremoto tuvo en las infraestructuras más vulnerables.

La primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, expresó en su cuenta oficial en la red social X que su Gobierno estableció de inmediato una «oficina de enlace en el Centro de Gestión de Crisis de la Oficina del Primer Ministro» para evaluar los daños. En su mensaje, Takaichi detalló que se habían dado instrucciones para determinar rápidamente el alcance de los daños y proporcionar a la población información precisa y oportuna sobre la situación.
Hasta ahora, no se ha emitido ninguna alerta de tsunami, lo que ha aliviado a las autoridades y a la población. No obstante, la primera ministra pidió a los residentes de la zona estar alerta, ya que podrían producirse réplicas del sismo con una magnitud similar en las horas siguientes.
El Gobierno de Japón continúa con las evaluaciones de la situación y se espera que en las próximas horas se brinden detalles más precisos sobre los daños en infraestructuras y posibles víctimas. La región afectada por el terremoto es una zona sísmicamente activa, lo que mantiene a las autoridades en alerta para posibles nuevos movimientos telúricos.










