El informe interno del PSOE sobre Paco Salazar, excolaborador cercano de Pedro Sánchez en La Moncloa, reconoce que las denuncias presentadas por mujeres que trabajaron bajo su cargo son “verosímiles”, aunque el órgano contra el acoso del partido no puede acreditarlas completamente.
El documento, declarado confidencial, describe la actitud machista de Salazar como una “conducta éticamente no adecuada” y una falta según los Estatutos Federales del partido, aunque matiza que no se puede comprobar la gravedad total de los hechos debido a la falta de medios técnicos y legales.
A pesar de que el protocolo del PSOE indica que los casos con denuncias procedentes deben ser remitidos a la Fiscalía, la formación ha decidido no hacerlo en este caso, en contraste con la actuación en el caso del alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce (PP), donde sí se llevó el asunto ante el Ministerio Público por presuntos delitos adicionales.
Rebeca Torró, secretaria de Organización del PSOE, ha asegurado que las víctimas que deseen emprender acciones legales contarán con el “total respaldo judicial” del partido, aunque también respetan la decisión de quienes no quieran acudir a la vía jurisdiccional.
Asimismo, el PSOE ha abierto expedientes informativos a Antonio Hernández, mano derecha de Salazar y señalado como posible encubridor, y al senador Javier Izquierdo, a fin de esclarecer los hechos.
Las denuncias contra Salazar surgieron cuando estaba próximo a asumir la Secretaría de Organización del PSOE, tras la prisión provisional de Santos Cerdán, su predecesor. Entre los testimonios de las víctimas se relatan comentarios obscenos, mensajes fuera de horario laboral con invitaciones a cenas privadas y ofrecimientos de alojamiento.
Torró ha defendido que “ni yo ni nadie de esta organización ha intentado tapar ningún caso y el PSOE ha actuado de manera contundente”, asegurando que los problemas de comunicación fueron solucionados en cuanto se detectaron.














