España dejará de cobrar 83.000 millones de euros en préstamos, renunciando de facto a 60.000 millones y admitiendo que será «muy difícil» adjudicar otros 15.000 millones antes de agosto de 2026. Los mayores afectados son el Perte Chip y las líneas ICO-Verde e ICO-Empresas.
El Gobierno de España ha asumido el fracaso en la gestión de los fondos europeos Next Generation al anunciar la renuncia a una parte sustancial de los recursos asignados para la reconstrucción económica post-pandemia. Mediante una nueva adenda al Plan de Recuperación, el Ejecutivo renunciará a cobrar el 75% de los préstamos asignados por la Unión Europea, equivalentes a 83.000 millones de euros.
Esta decisión supone renunciar a un total de 60.000 millones de euros y perder el 37% de todo el dinero que España debía recibir. Aunque la versión oficial apunta a la «buena marcha de la economía» y los elevados costes de los créditos (en torno al 3,84%), en privado el Ejecutivo reconoce la imposibilidad de gastar este dinero antes de la fecha límite de agosto de 2026.
Problemas en el reparto y baja ejecución
La renuncia se produce tras cuatro años desde la puesta en marcha del plan y se atribuye a la lentitud, la burocracia en la asignación y el nulo interés del sector privado por recibir estos préstamos.
De los 183.000 millones adjudicados inicialmente a España (80.000 millones en ayudas directas y 83.000 millones en créditos):
• Préstamos: Antes de la renuncia, solo se habían adjudicado 6.900 millones (el 8% del total). Con la renuncia de 60.000 millones, los préstamos se quedan en 23.000 millones, elevando el porcentaje de ejecución al 30%.
• Remanente: El Gobierno reconoce que tendrá graves dificultades para adjudicar otros 15.000 millones, una cifra que incluye la mayoría de los préstamos restantes y un remanente de las ayudas directas.
En total, con la renuncia que se hará efectiva, el porcentaje de ejecución se quedará en el 47% de los recursos totales, con solo un año por delante para repartir el resto.
Programas comprometidos que decaerán
La renuncia de estos fondos impactará directamente en programas clave ya comprometidos. El Gobierno renuncia de facto a:
• Perte Chip: 10.750 millones en créditos.
• Línea ICO-Verde: Pone en cuestión una buena parte de los 22.000 millones.
• Línea ICO-Empresas y Emprendedores: Afecta a unos 8.000 millones.
También podrían decaer el Fondo Next Tech (4.000 millones) y la promoción de vivienda social en alquiler (4.000 millones).
La gran mayoría del dinero ya adjudicado se ha destinado a compañías y programas públicos. Los mayores beneficiarios hasta la fecha son Adif (2.961 millones), Adif Alta Velocidad (2.915 millones) y la Generalitat de Cataluña (1.072 millones), confirmando el bajo impacto real de los recursos en el tejido productivo privado.














