La segunda jornada de la huelga nacional de médicos volvió a sentirse con fuerza en el Hospital Universitario de Ceuta (HUCE), donde una quincena de facultativos se concentró este miércoles a las puertas del centro denunciando la “práctica paralización” de la actividad programada. Según explican, tanto los quirófanos como las consultas externas permanecieron casi vacíos durante la mañana, pese a que el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) asegura que el seguimiento del paro en la ciudad apenas alcanza el 8,74%.
La neumóloga Cintia Merinas, portavoz de los médicos concentrados, fue tajante: “No hay actividad en consultas, que es nuestra actividad programada”. La especialista asegura que quienes cuestionen el impacto de la huelga solo deben “acercarse por las consultas externas” para comprobar el vacío en los pasillos. Según su testimonio, solo se atendió a un paciente oncológico por ser considerado un caso de gravedad.
Choque de cifras: 8% para INGESA, 70% para el Sindicato Médico
La diferencia entre los datos oficiales y los del Sindicato Médico de Ceuta (SMC) vuelve a ser notable. Mientras INGESA contabiliza 13 médicos de Atención Especializada y tres de Primaria en paro, el SMC eleva el seguimiento hasta el 70%. La organización asegura que se han cancelado todas las cirugías previstas tanto el martes como este miércoles.
En la primera jornada de huelga se suspendieron intervenciones de Cirugía General, Ginecología y Oftalmología, además de cerrarse consultas de Urología, Anestesia, Traumatología y Cardiología, entre otras. Este miércoles se repitió el escenario: actividad quirúrgica anulada y consultas canceladas en Digestivo, Unidad del Dolor, Oftalmología, Neumología, Traumatología y Urología.
Fuentes del Sindicato Médico lamentan la afectación sobre los pacientes, pero insisten en que “la población tiene que enterarse de lo que está sucediendo con sus médicos”. Aseguran que estas cifras no son motivo de orgullo: “Al final, los pacientes pagan las consecuencias de la actitud de la ministra de Sanidad”.
INGESA, por su parte, afirma que la jornada transcurrió “sin incidencias” y que los servicios mínimos —32 facultativos en el HUCE, cuatro en el SUAP y nueve en Primaria— garantizan la atención a la ciudadanía.
Las reivindicaciones: un Estatuto específico y el fin de las guardias no reconocidas
En el ecuador del paro nacional, los médicos ceutíes centraron sus reivindicaciones en una de las demandas históricas de la profesión: “hora trabajada, hora computada”. Las horas de guardia, recuerdan, no computan como jornada laboral efectiva, no cotizan para la jubilación y, pese a ello, tributan como ingresos.
“Cuando uno trabaja, esa hora tiene que contar para el día de mañana. A nosotros no nos ocurre eso”, explica Merinas, que denuncia además que esas horas están peor retribuidas que las ordinarias.
El colectivo reclama un Estatuto Marco propio que reconozca la singularidad de su actividad dentro del Sistema Nacional de Salud. Exigen la creación de un grupo profesional A1+, que se adecue a su formación MECES III y responsabilidades, así como una reforma profunda del régimen de incompatibilidades, que consideran discriminatorio.
Entre otras demandas, piden:
- Que las guardias dejen de emplearse para suplir la falta de personal.
- Su reconocimiento como actividad extraordinaria remunerada.
- Su inclusión en el cómputo para la jubilación.
- La posibilidad de una jubilación anticipada.
- Límites estrictos para jornadas que no superen las 45 horas semanales.
- El fin de la temporalidad y la precariedad mediante plazas estables y procesos transparentes.
“Iremos hasta donde haga falta”
Merinas asegura que la movilización continuará hasta el último día de la huelga nacional convocada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, que cifra el seguimiento en un 85% a nivel estatal. Los profesionales se concentrarán cada día a las 11:30 horas frente al HUCE, dedicando cada jornada a una de sus reivindicaciones.
La neumóloga confía en el apoyo de la ciudadanía: “Si quieren una medicina de calidad para ellos y sus familias, lo van a entender y nos van a apoyar”. Y concluye: “No pedimos nada injusto ni desorbitado. Son nuestros derechos, los derechos de todos los trabajadores”.
















