La sesión de control al Gobierno de este miércoles ha estado marcada por un intenso cruce de acusaciones entre el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. El debate ha tenido lugar un día después de hacerse público el informe de la UCO sobre Santos Cerdán y de la detención del presidente de la Diputación de Almería, Javier Aureliano García (PP), por presuntas comisiones ilegales en contratos de suministros sanitarios durante la pandemia.
Feijóo abrió el enfrentamiento cuestionando la solidez del Gobierno sin Presupuestos aprobados y vinculando la situación con la presunta trama que investiga a Cerdán. “Usted se ha declarado insumiso hacia las Cortes Generales. Dígame, para sacar algo adelante, ¿hay que reservarle una mordida del 2% al PSOE?”, lanzó el dirigente popular.
Sánchez respondió defendiendo la actuación del Ejecutivo y subrayando la necesidad de una política firme frente a cualquier irregularidad. “Tolerancia cero frente a la corrupción, no cero respuesta, que es lo que ustedes hacen cuando les afectan estos casos. Mire Almería”, replicó, en referencia al caso mascarillas en esa provincia.
El presidente reivindicó igualmente la gestión económica de su Gobierno, destacando que “por primera vez en 20 años, España registra un déficit público menor que Alemania”.
Feijóo, visiblemente combativo, volvió a la carga afirmando que “la cloaca es Ferraz” y enumeró una serie de acusaciones dirigidas contra Cerdán y otros miembros del entorno socialista. Según el líder del PP, los hechos descritos por la UCO muestran una trama extendida y tolerada por la dirección del PSOE. Su intervención arrancó una de las ovaciones más largas de su bancada, que lo obligó a levantarse de nuevo para agradecerla.
Sánchez cerró su turno replicando con dureza: “Lleva un año aplaudiendo a Mazón, ¿y viene a dar clases de ejemplaridad? Mírese al espejo antes”. Además, amplió el concepto de corrupción para incluir “la privatización de servicios públicos a costa de la clase media”.
El jefe del Ejecutivo instó finalmente al PP a emplear los 170.000 millones de euros que recibirán las comunidades autónomas gracias al sistema de financiación y las entregas a cuenta en reforzar sanidad, educación y dependencia: “Reviértanlo en beneficio de la clase media trabajadora, y no en privatizar y hacer negocios para sus amigos”.








