Alrededor de un 30% de las mujeres que denuncian sufrir violencia machista tienen mascota. Estos animales son, en muchos casos, elementos que el maltratador utiliza para coaccionar a la víctima a través de amenazas o malos tratos. Sin embargo, cuando una mujer víctima de violencia de género es derivada a una casa de acogida se encuentra con que su mascota no puede entrar…
Que una mascota en poco tiempo deja de serlo para convertirse en un miembro de la familia más es algo que no discute nadie que tenga mascota. Y como miembros que son, a efectos prácticos, de la unidad familiar, también son susceptibles de sufrir violencia por parte de los agresores machistas. Al igual que ocurre con los hijos, las hijas y las personas dependientes, es habitual que las mascotas sean utilizadas como elemento de coacción y/o represalias.
Este hecho, en ocasiones, supone que las mujeres víctimas de violencia machista se lo piensen muchas veces antes de tomar una medida drástica como presentar una denuncia o abandonar el hogar donde se producen los malos tratos. Esto se debe a dos razones principales. Primero, por el miedo que puedan tener a que la mascota en cuestión sufra una venganza del maltratador. Segundo, porque las mascotas víctimas de violencia de género, por ahora, no pueden entrar en casas de acogida para mujeres víctimas de violencia machista.
A fin de poner una solución a esta problemática que se da en la actualidad -el 30% de las mujeres víctimas de malos tratos tiene mascota, según datos del Gobierno de la Nación-, el Ministerio de Igualdad, la Dirección General de los derechos de los animales y VioPet han puesto en marcha una iniciativa con la que pretenden crear una «red de acogida» para las mascotas de mujeres víctimas de violencia de género que no puedan hacerse cargo de las mismas. Para sumarse como voluntario/a de acogida basta con rellenar este formulario.
Cabe destacar que, sin proponérselo, esta iniciativa ha generado un debate paralelo: ¿No sería mejor y menos traumático -para mujeres y animales- admitir la entrada de mascotas en las casas de acogida para las víctimas de violencia machista? Más allá de que la solución no sería tan simple ya que entran en juego muchos otros factores (por ejemplo, en una misma casa de acogida podría darse el caso de que hubiese una mujer que tiene mascota y otra que tiene miedo a los animales, ambas tendrían el mismo derecho y la misma necesidad de acogida), esta iniciativa pretende ser una respuesta de aplicación inmediata para un problema que se da en la actualidad y para el que no existe alternativa.
