El Instituto de las Mujeres edita el comic “Ciencia tenemos que hablar”, una herramienta didáctica para acercar la ciencia a niñas y mujeres

Solo una cuarta parte de los puestos más altos de la comunidad investigadora en España está compuesta por mujeres

Desde el Instituto de las Mujeres se ha conmemorado el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia con la edición de un comic que lleva por título “Ciencia, tenemos que hablar. Hace tiempo que hemos perdido la química”. El comic es un material didáctico pensado como herramienta para ser utilizada en las aulas y los hogares con el fin de estimular la vocación y el interés de la ciencia y la investigación hacia las mujeres, haciendo valer el mensaje de que las ciencias, las matemáticas y las disciplinas
STEAM son cosas de niñas y mujeres.

Es una historia de ficción realizada para poner el énfasis en cómo la ciencia se conecta con las preocupaciones actuales en torno al futuro del planeta y de la humanidad, disciplinas en las que la aportación de las mujeres resulta fundamental; pretende además desterrar la idea, muy arraigada en nuestra sociedad, de que la ciencia es para niños, ligándola a valores masculinizados como la ambición personal o la inteligencia como algo frío y separado de las emociones.

Puedes descargar aquí el cómic «Ciencia, tenemos que hablar. Hace tiempo que hemos perdido la química»

Existe la necesidad de desprenderse de prejuicios, estereotipos y sesgos de género y lanzar un mensaje claro a las niñas: que las matemáticas y las ciencias las están esperando y que nunca perderemos la ocasión de recordárselo y facilitárselo.

1ª mesa de trabajo

Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y la Niña enla Ciencia, el Instituto de las Mujeres ha celebrado la primera mesa de trabajo para crear una agenda común en torno a la inteligencia artificial, la alfabetización digital, el software libre y el sesgo de género, con programadoras, tecnólogas y hackers feministas, que han participado con sus experiencias poniendo en
relieve las brechas de género que siguen excluyendo a las mujeres de la ciencia y la investigación. Han destacado además las precarias condiciones laborales de las investigadoras cuyas carreras académicas están diseñadas para ser irreconciliables con los cuidados.