Desde la Secretaria General de las Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO- Ceuta queremos conmemorar el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, que se conmemora cada año el 30 de marzo desde 1988. Dicha celebración tiene como propósito promover el valor del hogar y convocar acciones para reivindicar los derechos de quienes lo realizan, en su mayoría mujeres.
En el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, CCOO reivindica el trabajo del más de medo millón de mujeres que conforman el sector de las trabajadoras del hogar en España, un sector invisibilizado, minusvalorado y precarizado. La lucha por la dignificación de las condiciones de trabajo de estas mujeres ha sido larga y dura, todavía lo está siendo. En CCOO creemos fundamental reconocer su trabajo esencial y, en materia laboral, enorgullecernos de los logros obtenidos sin perder de vista que aún hay muchas carencias que resolver.
El pasado 9 de junio de 2022 se vivió una jornada histórica en el Congreso de los Diputados cuando por fin se aprobó la ratificación el convenio 189 de la OIT tras años de lucha y reivindicación. Un hito que llegó después, cabe recordarlo, del reproche del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) a nuestro país por el trato desigual que se venía dispensando a estas trabajadoras.
Posteriormente, el pasado 6 de septiembre de 2022 el Gobierno aprobó un Real Decreto Ley que desde CCOO valoramos positivamente, al incorporar reivindicaciones históricas, como el acceso a las prestaciones por desempleo, contributivas y asistenciales; la regulación de la figura del desistimiento, que limita mucho las posibilidades para extinguir los contratos “sin causa”; la extensión de la cobertura del FOGASA, o la inclusión de estas trabajadoras en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
No obstante, desde CCOO recordamos que es necesario el Diálogo Social para desarrollar aspectos aún pendientes para la plena aplicación del Convenio 189, entre ellos, el papel de la Inspección de Trabajo para hacer efectiva la plena protección de estas trabajadoras, la regulación del derecho a la negociación colectiva o la plena integración en el régimen de la Seguridad Social.
Aunque las mejoras son evidentes hay aspectos de la normativa que aún hay que mejorar y desarrollar. Además, es preciso denunciar que hablamos de un sector donde los abusos de todo tipo son una moneda de cambio habitual, con una enorme incidencia de la economía sumergida, que deja a estas trabajadoras al albur de la voluntad de su empleador y sin ningún tipo de protección y, en lo que se refiere a las peculiaridades de nuestra ciudad, los derechos de las trabajadoras del hogar transfronterizas. Situación que se ha trasladado a nivel nacional y que nos consta que se está estudiando.
